Crece la conciencia de los fieles en la sostenibilidad de sus parroquias

El Día de la Iglesia Diocesana nos recuerda que “ser cristiano no es solo ir a misa y ya está”

JOSÉ LORENZO | Con el lema “Participar en tu parroquia es hacer una declaración de principios”, el domingo 16 de noviembre se celebra el Día de la Iglesia Diocesana, una jornada en la que “celebramos que vivimos nuestra fe en una parroquia concreta, en una diócesis determinada con otros cristianos de todas las edades, y con los sacerdotes y religiosos”, según señalan desde el Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia de la Conferencia Episcopal Española (CEE), donde se organiza esta campaña anual.


miguelangeljimenezPara Miguel Ángel Jiménez Salinas, director de este Secretariado, la conciencia de los fieles con respecto a su implicación en la sostenibilidad de su Iglesia diocesana ha crecido mucho en los últimos cuarenta años. “Hay –es muy evidente– una mayor implicación de los cristianos en las tareas parroquiales, en encuentros diocesanos de los distintos ámbitos de la acción pastoral como la catequesis, el ejercicio de la caridad, la liturgia, etc. Eso ha posibilitado un conocimiento mayor de todo lo que rodea a la parroquia y también de sus necesidades”.

Pero esta jornada está pensada no solo para la concienciación de los fieles con respecto a la ayuda material a su diócesis, a sus parroquias, sino también compartiendo su tiempo. En este Día de la Iglesia Diocesana “hablamos de todo lo que afecta a la comunidad parroquial y a la comunidad diocesana. Somos la familia de los hijos de Dios en ese territorio concreto de la parroquia y de la diócesis. Por eso, hablamos de economía, pero no solo de economía. Hablamos de cómo colaborar y participar activamente en sentido amplio con nuestro tiempo, con nuestras cualidades, con todo lo que somos y tenemos”, señala Jiménez.


Perfil del laico comprometido

Para este sacerdote de la diócesis de Ciudad Real, el perfil de la persona que se implica en tareas parroquiales “está definido por la generosidad y la conciencia de pertenencia. ¿Quién me necesita? ¿Dónde se me necesita? Esas dos preguntas fundamentales tienen que ser respondidas por nosotros mismos como hombres y mujeres de fe. Somos miembros de una comunidad cristiana concreta y no nos desentendemos de ella. Ser cristiano no es solo ir a misa y ya está”.

Según el último estudio del Centro de Estudios Sociológicos (CIS), el 7,1% de los españoles declara su sentimiento de pertenencia a una parroquia y asociación religiosa, y solo el 12% reconoce que va a misa todos los domingos. ¿Tienen algo que decirnos estas estadísticas sobre la entrega de los católicos a su Iglesia? “Es una pregunta muy difícil”, reconoce Miguel Ángel Jiménez. “Por un lado, los datos de la encuesta del CIS nos muestran un amplio y vasto horizonte como campo de trabajo en el que estamos llamados a crecer, a darnos cuenta de los significa estar bautizados y creer en Dios; lo que puede significar pedir a la Iglesia y a los sacerdotes la administración de sacramentos. Pero, por otro lado, la tarea que cualquier seglar, religioso o religiosa, sacerdote, misionero, etc. está desarrollando, ya tiene un valor infinito. Ahí las estadísticas rompen sus parámetros”.

Ya desde el punto de vista material, las aportaciones directas y voluntarias de los fieles se obtienen por diferentes cauces, como colectas, donativos, legados, herencias… En los últimos tiempos se está incidiendo mucho en que el modelo más deseable para el sostenimiento de la Iglesia es la suscripción periódica, pues gracias a una periodicidad (mensual, trimestral, semestral o anual) se puede administrar el presupuesto de una diócesis o parroquia de una forma más eficaz y ordenada.

Las aportaciones directas y voluntarias de los fieles son la principal fuente de financiación de las diócesis y suponen más de un tercio de los recursos disponibles. En el año 2012 llegaron al 38% del total de los recursos.

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