La necesaria “remoralización” económica y social

El Congreso FOESSA da un paso más para construir un nuevo modelo de sociedad

MIGUEL ÁNGEL MORENO | La Fundación FOESSA organizó, entre el 29 y el 31 de octubre, el Congreso sobre exclusión y desarrollo social en España en el Colegio Mayor Nuestra Señora de Guadalupe de Madrid. Más de 250 participantes reflexionaron sobre el modelo social actual en España y las perspectivas de futuro en un encuentro marcado por el Informe FOESSA 2014, presentado la semana anterior, y entre cuyos preocupantes datos se encuentra la constatación de que en España hay cerca de 12 millones de personas en situación de exclusión social (ver VN, nº 2.915).

 

 

En la jornada inaugural, Rafael del Río, presidente de FOESSA y Cáritas Española, destacó la insuficiencia de los compromisos públicos contra la desigualdad y llamó a asumir la tarea de “transformar la realidad” para que, “como nos indica el papa Francisco, ‘nadie nos robe la esperanza de hacer otro mundo posible’”.

El congreso se desarrolló a través de ponencias, talleres y mesas redondas. La conferencia inaugural corrió a cargo del investigador serbio Branko Milanovic, que planteó el incremento de la desigualdad como consecuencia del debilitamiento de las clases medias y la mayor separación de las clases ricas del resto de la sociedad.

Para Luis Ayala, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, coordinador del segundo capítulo del Informe 2014 y ponente en el congreso, las jornadas permitieron dar “un paso más allá” del estudio y “contrastar con la sociedad” sus conclusiones. “Los objetivos que nos marcábamos han sido muy sobrepasados, con una participación muy amplia”, explicó Ayala a Vida Nueva.

El profesor de Sociología de la Universidad del País Vasco Imanol Zubero, ponente y coordinador del sexto capítulo del Informe FOESSA, destacó a esta revista la “gran profundidad analítica” del encuentro y la “cercanía a la realidad de la vulnerabilidad”. “Además de investigadores, la presencia de personas que trabajan con personas vulnerables es muy positiva”, resaltó.

Zubero fue el encargado de clausurar el congreso analizando el modelo social que saldrá de la actual crisis: una sociedad con la contradicción de ser “muy universalista” en la exigencia de un Estado de Bienestar que atienda a todos, al tiempo que se muestra renuente a apoyar ese poder redistributivo a través de los impuestos.

“En un futuro, el peligro es que pasemos de una cultura fiscal redistributiva a una cultura fiscal de contrapartida. El dar porque recibimos, eso es un riesgo”, reseñó Zubero, quien también apuntó a la necesidad de una “remoralización” de la economía y de la sociedad civil, una perspectiva ética para la gestión de la economía y de las instituciones.

 

Movimientos sociales: entre el temor y la esperanza
El Congreso FOESSA dedicó un taller a los movimientos sociales surgidos tras el Movimiento 15-M de 2011. “No se puede dejar de mirar a los movimientos sociales; son iniciativas que están modificando el contexto social”, explicó Luis Ayala. Para Imanol Zubero, estos movimientos tienen un “valor fundamental” al “airear el espacio político”, aunque plantean “temores y esperanzas” a las organizaciones sociales. “Hay cautelas y dificultades de traducción, pero también esperanzas, porque estos movimientos amplían las posibilidades para la participación ciudadana y la acción política”, reconoció el sociólogo vasco.

 

En el mismo sentido, Ayala destacó que del Informe FOESSA se extrae la emergencia de una sociedad “fragmentada”, donde los “valores comunitarios” se sustituyen por las propuestas de la economía de mercado. “Esto provoca que miremos el futuro con relativo pesimismo”, reconoció.
Al enfoque socio-económico también se sumó el debate sobre las perspectivas éticas y morales de la situación actual, como ocurrió en el debate del miércoles 29 entre la catedrática de Ética de la Universidad de Valencia, Adela Cortina (ver entrevista en página 44), el filósofo José Antonio Marina y el presidente de la Academia de Televisión, Manuel Campo Vidal.

“El Congreso ha permitido ver debates muy diferentes que se complementan muy bien. Un ejemplo fue el debate, desde el punto de vista filosófico y ético, sobre cómo repensamos el modelo social. El diálogo fue realmente constructivo y sugerente”, valoró Luis Ayala.
En el nº 2.916 de Vida Nueva

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