“No existe una resistencia organizada contra el papa Francisco y su reforma”

El cardenal Coccopalmerio, investido doctor honoris causa por Comillas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

J. LORENZO | El cardenal Francesco Coccopalmerio, presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, ha negado que exista “una resistencia organizada contra el papa Francisco y su labor de reforma”. En un encuentro con periodistas en el campus de Cantoblanco de la Universidad Pontificia Comillas, donde fue investido doctor honoris causa el pasado 5 de noviembre, señaló que algunas declaraciones muy críticas a propósito del reciente Sínodo sobre la Familia y el gobierno de la Iglesia (ver entrevista al cardenal Burke en VN, nº 2.915) se deben a que “hay personas que están muy convencidas de su pensamiento y que tienen miedo de que los principios, sobre todo doctrinales, puedan sufrir algún daño. Pero no es sino una demostración de sinceridad…”.

Su impresión sobre ese Sínodo es muy positiva, lo mismo que la que dio el Papa, “transmitiendo una imagen de gran tranquilidad, con un discurso en el que invitó a hablar con libertad, a que si alguien cree haber escuchado algo que no se corresponde con el pensamiento de la Iglesia, que no se espante, y señalando también que el Papa es el centro de la unidad y la ortodoxia, por lo que hay que confiar en él”.

En su opinión, “el Sínodo ha sido una buena ocasión para la confrontación fraterna, en donde se ha mostrado una gran sensibilidad hacia las cuestiones pastorales, porque no se trata solo de la doctrina, sino que también están las personas concretas, con sus dolores, y tienen que ser cuidadas”.

Sobre la cuestión de simplificar los procesos de las nulidades matrimoniales, uno de los temas más comentados del Sínodo, reconoció que “es esencial hacerlos más simples y rápidos”, pero preservando siempre que ese procedimiento “tiene que ser capaz de llegar al conocimiento de la verdad”. Entre algunas de las propuestas debatidas, reconoció que se planteó que no sea necesaria una segunda sentencia conforme, yendo en la dirección de un juez único o que en algunas ocasiones sea el propio obispo quien, ante la falta de pruebas documentales, pueda decretar nulidades atendiendo a la credibilidad del testimonio de uno de los contrayentes.

El purpurado abordó también la cuestión de la reforma de la Curia vaticana, que considera “muy importante” y que necesita ser acometida “con mayor vigor”, pues solo “estamos al inicio”. En todo caso, esa reforma tiene que servir para que los dicasterios y las personas que trabajan en ellos estén al servicio del Papa, de las Iglesias locales, los obispos y los fieles. La internacionalización de los miembros de la Curia no le parece mal, pero lo fundamental “es que las personas sean competentes”.

Uno de los últimos de Montini
Francesco Coccopalmerio (San Francesco Milanese, 1938), un experto jurista doctorado en la Gregoriana y en la Católica de Milán, está al frente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos desde febrero de 2007, cuando lo reclamó para esa responsabilidad Benedicto XVI, quien lo creó cardenal cinco años después.

Amigo de Bergoglio, de quien se dice que fue uno de sus grandes electores, ya en las congregaciones generales previas al cónclave del que había de salir el papa Francisco apostó por mejorar la eficacia de las estructuras vaticanas, más tarde concretado en su propuesta de crear la figura de un “moderador de la Curia”.

Obispo auxiliar en Milán con el cardenal Martini (de quien dice que comparte con Bergoglio “una hermenéutica de las personas”, por lo bien que empatizan con la gente, sean o no creyentes), fue uno de los treinta últimos sacerdotes ordenados por Giovanni Battista Montini antes de que el ahora beato Pablo VI abandonase la sede ambrosiana. Su personalidad pastoral y espiritual siempre le han cautivado. Por eso reconoce que le encantaría verlo pronto proclamado santo.

 

Empatía con los fieles

Preguntado sobre algunas amenazas vertidas contra el Papa, reconoció que “puede estar en peligro, porque no sabemos lo que piensan ciertas personas que puedan tener la tentación de eliminarlo, pero él no parece percibir este peligro. Tiene un ángel de la guarda muy poderoso”, y destacó la empatía que establece con los fieles, que “se sienten tocados por una atención verdadera, no meramente formal”.

Los casos de abusos sexuales destapados en los últimos años fueron una de las razones –no la única– para la reforma en marcha del Código de Derecho Canónico, sobre todo en el caso del Derecho Penal, reconoció. En su actualización lleva cinco años trabajando un equipo que ya ha enviado un borrador a las conferencias episcopales, las cuales han remitido 170 respuestas que se están analizando.

En el nº 2.916 de Vida Nueva

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