¿Qué ha sido Vida Nueva?

jscamachoJESÚS SÁNCHEZ CAMACHO | Profesor CES Don Bosco

“El nacimiento de esta tribuna tiene la misión de hacer que se cumpla la profecía de Martín Descalzo…”

Hace algo menos de cuarenta años, cuando Vida Nueva alcanzaba el número 1.000, su director José Luis Martín Descalzo presagió a un maniático o historiador del siglo XXV acercándose a un anaquel y desempolvando la revista. Se imaginaba la sonrisa del hipotético lector, apreciando con su tacto los tomos encuadernados y preguntándose cómo eran, cómo vivían y qué pensaban los cristianos españoles de aquella época.

El nacimiento de esta tribuna tiene la misión de hacer que se cumpla la profecía de Martín Descalzo y que el lector esboce dicha sonrisa antes de lo previsto, “para medir cuánto de amor y cuánto de mediocridad hubo” en la tarea de unos periodistas valientes en la información y profundos en la reflexión.

En el pasado número, José Beltrán reveló a los lectores qué quiere ser la revista en su nueva etapa [ver artículo]. A partir de hoy, cada semana vamos a hacer un guiño al pasado para vislumbrar lo que el semanario quiso ser. Pero esa mirada deseamos hacerla con los pies en el presente. Será una retrospectiva en la que nos preguntaremos si los hilos de la noticia de ayer tienen algo que alumbrar a la Iglesia y sociedad de hoy.

Como en el momento presente, hace 50 años, un joven director tiene el reto de capitanear Vida Nueva en un marco de primavera eclesial y un agrio contexto económico y social. El 17 de octubre de 1964, José María Pérez Lozano clarifica la finalidad del DOMUND en Iberoamérica, que “no basta que el chiquillo criollo o indígena sepa el catecismo”, sino “que crezca como un hombre libre, (…) con su voz sin mordazas”. 50 años más tarde, comprobamos que un Papa latinoamericano no tolera las mordazas.

En el nº 2.913 de Vida Nueva

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