Nuevo talante eclesial

lamigoLORENZO AMIGO | Sacerdote marianista y doctor en teología bíblica

“Hay una voluntad de entrar en diálogo con la sociedad actual, sin renunciar a los principios evangélicos, pero sin querer imponerlos mediante leyes…”

El papa Francisco continúa seduciendo a creyentes y no creyentes. Esto ha propiciado una larga tregua por parte de los medios de comunicación de todo el mundo. También la izquierda española ha mirado hacia él a la hora de juzgar la situación del país. Parece que, aunque lentamente, el nuevo estilo ha llegado también a la cúpula de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y a la Diócesis de Madrid, epicentro religioso y político.

La retirada del proyecto de ley del aborto no ha producido ningún movimiento de crispación en los órganos permanentes de la CEE. Lógicamente, en su comunicado se ha recordado la doctrina católica de la defensa de la vida desde la concepción. Es un principio irrenunciable, pero ello no lleva a convocar manifestaciones en las calles. Es verdad que algunos obispos, los de siempre, se han desmelenado con comparaciones carentes de toda objetividad, aludiendo incluso al Holocausto.

Es posible que alguna vez los partidos de izquierda, que han considerado una victoria suya la retirada del proyecto de ley, echen en cara a la Iglesia el que, cuando estaba el PSOE en el poder, el arzobispo de Madrid ejerció una oposición frontal a la ley por ellos promulgada. Aunque Madrid no representa a la Iglesia, su importancia hace correr el peligro de que las opiniones de su arzobispo se confundan con las de toda la Iglesia.

El comunicado de la CEE menciona también que hay otros medios para no tener que llegar al aborto, comenzando por una política social de apoyo a la familia. Tampoco oculta el deber de los partidos de cumplir sus promesas si queremos que la democracia goce de credibilidad.

Hay, pues, una voluntad de entrar en diálogo con la sociedad actual, sin renunciar a los principios evangélicos, pero sin querer imponerlos mediante leyes concretas que competen al legislador. La Iglesia española debiera volver a mirar a la Transición, en la que jugó un papel tan decisivo. Se trata de centrar su atención en los grandes problemas que afectan a nuestra sociedad, sobre todo a los más pobres, cuyo número crece sin parar.

En el nº 2.912 de Vida Nueva

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