Yihadistas secuestran a un padre franciscano y una veintena de feligreses en Siria

Entre los secuestrados por Al Nusra el pasado domingo al noroeste del país se encuentran niños

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El padre Hanna Jallouf.

JAVIER RODRÍGUEZ. FOTO: CUSTODIA DE TIERRA SANTA. | Según informa la agencia Fides, el sacerdote sirio Hanna Jallouf y una veintena de feligreses cristianos han sido secuestrados por yihadistas del Frente Jahbat al-Nusra, el brazo sirio de Al Qaeda, el noroeste de este país cerca de la frontera turca.

outline-map-of-35n50-36e35-globe-rectangular-outlineLa Custodia de Tierra Santa a través de un comunicado hizo público en Jerusalén el secuestro, precisando que “las monjas franciscanas que estaban en el convento han encontrado refugio en algunas casas del pueblo” y que de momento se desconoce dónde han sido trasladados los rehenes, sin que haya manera de contactar con ellos o con sus secuestradores.

Informa la misma fuente que el asalto de terroristas armados tuvo lugar la noche de domingo pasado y así lo narra la hermana Patricia Guarino, de 80 años, una de las religiosas que pudo escapar de las brigadas yihadistas:

En la noche del 5 de octubre, algunos rebeldes vinculados a Al-Nusra Jahbat entraron en el convento de San José en Knayeh, cerca de Líbano, secuestraron al sacerdote franciscano Hanna Jallouf y detuvo a algunos ciudadanos civiles.

Al final del documento, la Custodia pide que “oremos por él y las otras víctimas de esta guerra trágica y sin sentido”. A su vez, el Vicario Apostólico de Alepo para católicos de rito latino, el obispo Georges Abou Khazen, ha confirmado la información y resumido así la situación para los medios:

Por el momento no podemos contactar con nadie, y no hemos sido contactados por cualquier persona. Sólo sabemos que el monasterio fue saqueado, y otras personas de la aldea están ocultos. Entre los secuestrados se encuentran jóvenes, niños y niñas.

Iglesia de San José en Knayeh, Siria.

Iglesia de San José en Knayeh, Siria.

El padre Hanna Jallouf es uno de los dos párrocos que trabajan en una zona donde viven unas 700 familias católicas. Al igual que tres monjas franciscanas, incluida la hermana Patricia, estos sacerdotes viven en el pueblo y entre todos están a cargo de un centro juvenil, un dispensario, una guardería y una clínica que antes de estallar el conflicto sirio constituían el centro de la vida social de Knayeh, informa la agencia ANSA. Esta aldea cristiana del valle del Orontes cuenta con presencia de Frailes Menores de la Custodia de Tierra Santa desde hace más de 125 años.

Hasta las Navidades del año pasado, Knayeh estaba bajo el control de los militantes del Estado Islámico, quienes habían impuesto una serie de limitaciones a los cristianos, incluyendo remover las cruces sobre las iglesias, la prohibición de hacer sonar campanas, cubrir las estatuas y la obligación de que las mujeres se taparan con el velo islámico. Más tarde estas brigadas se trasladaron al este y fueron sustituidas por militantes de Al Qaeda. Previamente al secuestro, el grupo que controla la aldea había incautado el pasaporte del padre Jallouf.

El nuncio apostólico en Siria, el arzobispo Mario Zenari ha destacado que en esta zona existen diversos “grupos criminales armados, que es el elemento más peligroso de este caos”.

 

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