Multitudinaria beatificación en el corazón de Madrid

Álvaro del Portillo sube a los altares ante más de 200.000 personas de 80 países

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P. E. P. | Universalidad en el corazón de Madrid. Este puede ser uno de los elementos definitorios de lo que se vio y vivió en la ceremonia de beatificación de Álvaro del Portillo, el 27 de septiembre, en una ceremonia presidida por el delegado pontificio, cardenal Angelo Amato.

Efectivamente, para acompañar en ese día a quien fue el primer sucesor del fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá de Balaguer, más de 200.000 personas, llegadas de ochenta países, se concentraron en un ambiente de fiesta, y también recogimiento, en un recinto de casi 200.000 metros cuadrados habilitados en Valdebebas, una zona en desarrollo de la capital.

La ceremonia –concelebrada por 17 cardenales y 170 obispos– comenzó con la lectura del mensaje enviado por Francisco. “El beato Álvaro del Portillo nos enseña que la sencillez y la vida ordinaria son camino seguro de santidad”, leyó en su nombre el vicario general del Opus Dei, Fernando Ocáriz, quien, siguiendo con el mensaje papal, añadió:

Recorrió [el beato] muchos países fomentando proyectos de evangelización, sin reparar en dificultades, movido por su amor a Dios y a los hermanos. Quien está muy metido en Dios, sabe estar muy cerca de los hombres.

Álvaro del Portillo.

Álvaro del Portillo.

Ya en la homilía, el cardenal Amato apuntó que la figura del nuevo beato –cuya fiesta se celebrará el 12 de mayo en la diócesis que la Santa Sede determine– “nos invita hoy a vivir una santidad amable, misericordiosa, afable, mansa y humilde. Los santos nos invitan a introducir en el seno de la Iglesia y de la sociedad el aire puro de la gracia de Dios, que renueva la faz de la tierra”.

Momento también especialmente destacable de la ceremonia, que pudo seguirse a través de 26 pantallas gigantes, fue el del traslado al altar de las reliquias de Álvaro del Portillo, portadas por la familia Ureta Wilson, cuyo hijo José Ignacio fue curado milagrosamente por su intercesión.
 

Agradecimiento

Al finalizar la ceremonia de beatificación, el prelado del Opus Dei, Javier Echevarría, dirigió unas palabras de gratitud a todos los que habían hecho posible el acontecimiento que se acababa de vivir, añadiendo que la elevación a los altares de Álvaro del Portillo “nos recuerda de nuevo la llamada universal a la santidad, proclamada con gran fuerza por el Concilio Vaticano II”. Asimismo, pidió una súplica especial por quienes en el mundo “sufren persecución e, incluso, martirio a causa de la fe”, informa la Oficina de Prensa del Opus Dei.

Finalizado el acto, un impecable servicio de voluntarios formado por 3.500 jóvenes ayudó a la marea humana a disolverse ordenadamente por Madrid, a la espera de volver a sus hogares.

En el nº 2.911 de Vida Nueva

  • Resumen de la beatificación de Álvaro del Portillo:

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