“Los cristianos no son extranjeros en Oriente Medio”

Las Cáritas de la región se reúnen en Roma para analizar la crisis actual

Responsables de Cáritas de Oriente Medio reunidos en Roma.

Responsables de Cáritas de Oriente Medio reunidos en Roma.

DARÍO MENOR (ROMA) | Mientras los Estados Unidos terminaban de formar la coalición internacional para golpear al Estado Islámico (EI), los responsables de Cáritas en los países de Oriente Medio se reunían en Roma, del 15 al 17 de septiembre, para analizar la situación de la región, asolada por una crisis con múltiples focos: Siria, Irak e Israel y Palestina.

Los cristianos están pagando con la muerte, el sufrimiento y el exilio el desastre que se vive en todos estos frentes. Por ello se hacía necesaria la acción coordinada de este organismo caritativo de la Iglesia católica, para explorar vías hacia la paz que permitan la mejora de las condiciones de vida de la población local y se evite que los seguidores de Jesús acaben desapareciendo de Oriente Medio.

El obispo Antoine Audo, presidente de Cáritas en Siria, tenía muy claro por dónde había que empezar para llevar la paz a su país y a toda la región. Es algo tan obvio y repetido que sigue resultando sospechoso que aún no se haya llevado a cabo. Explicó:

Se debe detener la venta de armas a los grupos implicados. Detrás del conflicto, como dijo el Santo Padre, está la venta de armamento y los intereses financieros.

Para Audo, la violencia que hoy desangra Oriente Medio obedece a “un conflicto político y religioso” entre suníes y chiíes, las dos grandes corrientes del islam. Los cristianos, testigos de una convivencia multirreligiosa milenaria en la zona, han de tener ahora “la valentía” para convertirse en mediadores entre las dos comunidades islámicas. Propone Audo:

Hay que ayudar a los musulmanes para que no tomen el camino de la muerte, sino el de la vida y el de la razón. Debemos dar una lección a las potencias internacionales, para que no se use más la religión y el fanatismo para destruir un país.

 

En el problema está la solución

El EI, catapultado a las portadas de los medios de todo el mundo por las decapitaciones de periodistas y cooperantes occidentales, también supuso al principio “una sorpresa” para los propios sirios, quienes más están sufriendo su brutalidad junto a la población civil iraquí. Para Audo, este y otros grupos yihadistas “son una creación” de poderes regionales e internacionales, quienes están marcando la agenda de los conflictos en la región.

Coincide en el análisis el sacerdote Paul Karam, representante de Cáritas en Líbano:

Antes de ponerse a bombardear, hay que pensar en quién creó el problema del EI y de otros movimientos fanáticos yihadistas. Quien los creó tiene la solución.

“él sabe bien quiénes son”. Expertos arabistas apuntan a Qatar, Kuwait y Arabia Saudí, países que han proporcionado tanto asistencia caritativa como armamento a los grupos rebeldes sirios.

El representante libanés de Cáritas advierte de que los bombardeos occidentales van a suponer “un castigo a la población inocente, que es la que siempre acaba pagando la factura de las guerras”. En la “primera línea” de los que sufren “están los cristianos”, que “no son extranjeros” en Oriente Medio, pese a quienes se empeñan en echarles. “Son también propietarios de la tierra y promotores de la estabilidad. Tienen el derecho a vivir con justicia y en paz, como el resto de comunidades, con las que comparten los mismos derechos”, subraya el P. Karam. Su país, Líbano, se ha convertido en el mayor refugio para los refugiados sirios: acoge a más de 1,1 millones de personas, cifra que equivale a más de una cuarta parte de la población total del país de los cedros.

“El Estado libanés no está asumiendo bien la responsabilidad de esta crisis. Solo las organizaciones humanitarias, en especial Cáritas, han asumido el trabajo. De hecho, estamos haciendo más de lo que podemos”, dice el sacerdote libanés. Teme que los bombardeos contra el EI provoquen ahora una llegada masiva de desplazados iraquíes a Líbano, que además acoge desde hace más de 60 años a los palestinos que dejaron su tierra con el nacimiento del Estado de Israel y a sus descendientes. Advierte:

En los últimos días han llegado a Líbano más de 400 familias iraquíes, en su mayoría cristianas.

Para invertir la situación actual, el P. Karam pide una implicación a fondo de la comunidad internacional para llevar a la región “paz y justicia”. Propone comenzar por la madre de todos los conflictos de la zona, el palestino-israelí: “Hay que empezar por Jerusalén, debería convertirse en la capital internacional de las tres grandes religiones”.

En el nº 2.910 de Vida Nueva

 

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