Gobierno y Vaticano hablan sobre los efectos de la crisis

Viaje de Sáenz de Santamaría al Vaticano para entrevistarse con el cardenal Parolin

E_Soraya

Gobierno y Vaticano hablan sobre los efectos de la crisis [ver extracto]

ANTONIO PELAYO (ROMA) | Fantástico, ha sido un encuentro fantástico… ¡Qué nivelazo el del señor cardenal!”. Con la espontánea expresividad que la caracteriza, la vicepresidenta del Gobierno español calificó de esa manera el encuentro que acababa de celebrar, el lunes 15 en el Palacio Apostólico, con el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin.

Que se había tratado de una entrevista nada convencional lo confirman dos datos: para acudir a su encuentro con la representante del Gobierno, el cardenal tuvo que abandonar la reunión que esa misma mañana estaba presidiendo el papa Francisco con los cardenales del llamado C-9, el consejo que diseña la reforma de la Curia y le ayuda en el gobierno de la Iglesia universal. En segundo lugar, la conversación se prolongó durante más de una hora y cuarto, finalizando a las dos y cuarto del mediodía, horario del todo inusual en las costumbres vaticanas.

Soraya Sáenz de Santamaría es la interlocutora del Gobierno de Mariano Rajoy con la Iglesia española y universal. Ya había estado en Roma el 7 de octubre del 2012 con motivo de la proclamación de san Juan de Ávila como doctor de la Iglesia, pero en dicha ocasión solo mantuvo un rápido encuentro (diez minutos) con el entonces secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone. Este era, pues, su primer contacto de trabajo con el nuevo equipo dirigente nombrado por el papa Francisco.

Ya es de suponer que en 75 minutos hay tiempo para abordar diversos temas (todo el coloquio se desarrolló en español, lengua que el Parolin maneja a la perfección). Algunos de ellos los evocó la vicepresidenta ante la prensa en la Embajada española ante la Santa Sede: los interlocutores dieron un repaso a la situación nacional e internacional. Su atención se fijó en el problema del paro. Dijo:

Hemos compartido la mutua preocupación sobre el empleo y, especialmente, sobre el paro juvenil en toda Europa. Este es quizás uno de los temas que más ha centrado nuestro encuentro: la necesidad, en los actuales momentos de la recuperación que está viviendo España, de trabajar para dar a los jóvenes un trabajo y, sobre todo, una esperanza. Este es el esfuerzo que tenemos que hacer los gobiernos, lo está haciendo el español, para que los jóvenes encuentren una estabilidad, encuentren un empleo… Ha sido, por tanto, una reunión con un marcado carácter social, estuvimos hablando de los jóvenes, de los mayores, de la situación de las familias, de las clases medias que, en general, vertebran nuestras sociedades. Europa necesita intensificar las medidas que nos ayuden a salir de la crisis.

 

No se abordó el tema del aborto

Cuando llegó el turno de los informadores, estos discurrieron por otros caminos. La primera pregunta se refirió a la posibilidad de que durante la entrevista se hubiera hablado sobre el proyecto de reforma de la ley del aborto. La vicepresidenta lo excluyó taxativamente: “No hemos abordado ese asunto y, sobre la cuestión que me plantea, no hay ninguna novedad al respecto a lo que el Gobierno viene manifestando”.

La segunda pregunta se refirió a la posible visita del papa Francisco a España en el marco de las celebraciones teresianas de 2015. Respondió:

Sí, hemos hablado de ello, y le he reiterado la invitación a visitar España como ya hicieron en su día los Reyes y distintos miembros del Gobierno, especialmente en un momento tan particular como es el quinto centenario del nacimiento de santa Teresa de Ávila. Tenemos muchas esperanzas en este viaje; ninguna información, pero sí esperanzas.

La última pregunta se interesaba sobre si se había hablado del referéndum de Escocia y de la situación en Cataluña. Afirmó:

Hemos hablado de los retos a los que se enfrenta Europa y de la necesidad de una Europa unida y fortalecida. Los acontecimientos en Europa y el debate en Cataluña van en una posición bastante diferente.

El domingo por la noche, el embajador Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga ofreció una cena en honor de la vicepresidenta y de su séquito, del que formaban parte el subsecretario de Asuntos Exteriores y la directora del gabinete de la vicepresidenta, entre otros. Acudieron los cardenales Antonio Cañizares, arzobispo preconizado de Valencia, y Santos Abril, con los que Sáenz de Santamaría mantuvo un prolongado coloquio antes de pasar a los salones donde esperaban otros eclesiásticos españoles. Todo discurrió en el cordial clima que caracteriza estos encuentros en la sede de nuestra representación diplomática.

En el nº 2.909 de Vida Nueva

Compartir