Editorial

Un primado más colegial

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En la hoja de ruta marcada por el Vaticano II queda aún mucho por recorrer

papa preside una asamblea plenaria del colegio cardenalicio de preparación para el Sínodo de la Familia febrero 2014

VIDA NUEVA | Pese a los debates vividos durante el Vaticano II sobre cómo ejercer el ministerio petrino, las últimas décadas han dejado la impresión de que queda todavía un largo camino por recorrer para que aspiraciones tan necesarias como la colegialidad, la sinodalidad, la corresponsabilidad… sean el nuevo modo de ser Iglesia en este siglo XXI.

Sin embargo, la llegada de Francisco ha marcado un cambio de rumbo. Su propuesta de “conversión del papado” –tal y como se analiza en el Pliego– supone romper con personalismos y absolutismos del pasado, para que el primado, sin diluir su responsabilidad como garante de la unidad de fe y de la comunión eclesial, sea también algo colegial, con una participación activa de los obispos y de todos los bautizados. Que el Papa creara un grupo de cardenales para que le asesoren y colaboren en la reforma de la Iglesia es todo un signo de que esa “conversión” que propugna ya está en marcha.

En el nº 2.908 de Vida Nueva