Un verano con Montaigne

El periodo estival puede ser un momento idóneo para leer biografías en vez de simple ficción

Portadilla

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | En una dinámica asumida año tras año, se suele difundir como lectura de verano únicamente la novela; de modo más delimitado aún, novelas ágiles, livianas, pasajeras, a ser posible negras o románticas.

Pero en el candor de las vacaciones el tiempo es un gran aliado. En esas largas horas es posible atender a otras deudas. La biografía es una sabia elección. El objeto es ofrecer una breve reflexión sobre los modos, históricos y literarios, de pensar y practicar la biografía y, a la vez, exponer títulos o novedades que nos permitan vivir otra vida, heroica o anónima, singular o cotidiana.

Esto significa también que prestaremos atención a otros estadios de la biografía o, dicho de otro modo, a los subgéneros que parten del término anglosajón life writing o “escrituras del yo”: diarios, memorias, autobiografías. Basten algunos títulos ideales para un verano bien acompañado.
 

BIOGRAFÍAS EN UN PAÍS SIN MEMORIA

En el terreno, siempre escurridizo, del devenir de la biografía es un presupuesto habitual explicar el auge y explosión del género en Gran Bretaña –solo superado por la novela en número de títulos– por cierto determinismo protestante acerca de la individualidad. Afirma la historiadora Mónica Bolufer:

En la actualidad, los historiadores tienden a matizar, sin llegar a impugnarla, la idea de que la cultura protestante y la católica construyeron de forma radicalmente distinta las relaciones entre el sujeto y las instancias externas a él, Dios, la comunidad de fieles, la sociedad en su conjunto, flexibilizando, sobre todo, la extendida noción de que, en última instancia, hubo un único camino, el protestantismo.

Pero esos caminos fueron, sin duda, más diversos y complejos.

Santa Teresa de Jesús (1515 -1582).

Santa Teresa de Jesús (1515 -1582).

Michel de Montaigne  (1533-1592).

Michel de Montaigne (1533-1592).

La búsqueda de la intimidad y el sentido de la duda unen, por ejemplo, a Teresa de Jesús y su Libro de la vida [ver aquí] –entre otros escritos confesionales o autobiográficos, Las moradas, por ejemplo– con Michel de Montaigne y sus Ensayos.

El gran pensador francés del siglo XVI –católico– no se pregunta en ellos qué es el hombre, sino que su propia obra responde a un punto de partida ontológico: qué soy yo.

La santa y mística española parte, igualmente, de una ontología trascendente del yo, aunque incorpora un elemento pródigo con el que marca la diferencia: su relato autobiográfico es también el de la arquitectura conceptual, social y material del convento.

Santa Teresa y Montaigne están unidos por esa impresión de que sus propias obras no son más que fragmentos de una autobiografía imposible. Quizás porque este, y no otro, es el sino de toda autobiografía.

Para esto existe “el relato del otro”, las biografías, que entre sus múltiples usos sirven para completar las confesiones, los testimonios, los relatos de la primera persona.

Valgan, por ejemplo, las novedades biográficas reeditadas con ocasión del Año Teresiano: complementan el testimonio de la santa de Ávila en su V centenario.

Como la particular biografía firmada por la irlandesa Kate O’Brien, publicada en 1951 y recuperada ahora con una nueva traducción –Teresa de Ávila (Vaso Roto)–, o la rigurosa monografía Teresa de Ávila y la España de su tiempo (Algaba, 2007), del hispanista francés Joseph Pérez.

Y sirva también el último título de Antoine Compagnon, biógrafo del gran referente del siglo XVI francés: Un verano con Montaigne (Paidós, 2014). Compagnon ha acabado de publicar un extraordinario libro, gran éxito de ventas en Francia, a medio camino entre la biografía, el ensayo y la novela. Cuarenta capítulos con las lecciones de este gran hombre del Renacimiento, como cuenta el autor:

El interés actual por Montaigne tiene que ver con la curiosidad sobre el pensamiento escéptico en un momento en el que hay tanta incertidumbre, crisis y dudas sobre nuestro lugar en la historia, las mismas que tenía Montaigne.

Título, por afortunado, que asumimos para este recorrido por la biografía y sus fronteras, junto a seis ideas básicas sugeridas por el pensador francés:

  • Sé honesto.
  • Preocúpate por la política pero no solo de la política.
  • Mantén un espacio para reflexionar.
  • Desconfía de la novedad y aprende del pasado.
  • No aceptes el fanatismo
  • Aprende a filosofar para aprender a morir.

Siguientes capítulos del Pliego (solo suscriptores):

  • 1. LA INVENCIÓN DE LA BIOGRAFÍA MODERNA: BOSWELL Y CHATEAUBRIAND
  • 2. STEFAN ZWEIG, RETRATO DE UN BIÓGRAFO EMINENTE
  • 3. DE VIDAS LITERARIAS: JEAN ECHENOZ Y LA NOVELA BIOGRÁFICA FRANCESA
  • 4. MEMORIAS NOVELADAS O LA INVENCIÓN DEL YO. GENTES, AÑOS, VIDA, DE ILIÁ EHRENBURG
  • 5. UNA AVENTURA CRISTIANA DE PABLO D’ORS Y DE MODERNAS VIDA DE SANTOS
  • 6. AUTOBIOGRAFÍA DE LA FICCIÓN: REINVENCIÓN DE LA PRIMERA PERSONA
  • 7. EL MÁXIMUM DE LA BIOGRAFÍA POLÍTICA: ISABEL II SEGÚN ISABEL BURDIEL
  • 8. BIOGRAFÍA DE LA FASCINACIÓN: ORTEGA Y GASSET, SEGÚN JORDI GRACIA
  • 9. MEMORIAS DEL TÚ: ANDRÉS TRAPIELLO Y EL SALÓN DE PASOS PERDIDOS
  • 10. EPÍLOGO. UN VERANO CON LA HISTORIA

Pliego publicado en el nº 2.905 de Vida Nueva. Agosto 2014

Compartir