La Iglesia venezolana advierte que no habrá reconciliación “si no nos escuchamos”

Sacerdotes, pastoral y Evangelii gaudium, otros temas tratados en la Plenaria del Episcopado

De izda a dcha: Los obispos Ángel Caraballo, Jesús Guerrero, Manuel Felipe Díaz y Saúl Figueroa.

De izda a dcha: Los obispos Ángel Caraballo, Jesús Guerrero, Manuel Felipe Díaz y Saúl Figueroa.

JOSÉ LUIS CELADA | Aseguran los obispos venezolanos que “no será posible encontrar soluciones satisfactorias a los problemas que aquejan a la gente, ni se dará una verdadera reconciliación en nuestra sociedad, si no nos escuchamos” y “si se reprime sin investigar las causas por las que surgen las protestas”. Y van más allá:

No es posible pretender una paz que suponga la renuncia a los derechos humanos, la aceptación de un estilo de vida impuesto y la utilización de la Constitución y las leyes a través de interpretaciones no compartidas y más bien rechazadas y denunciadas.

Así de rotundos se muestran los miembros de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en la exhortación pastoral [ver íntegra] dada a conocer al término de su última Asamblea Plenaria, celebrada recientemente en Caracas.

En el transcurso de la misma, además de analizar la situación del país, los participantes reflexionaron en torno a la Evangelii gaudium del papa Francisco, prepararon un encuentro nacional de pastoral para 2015 y celebraron una asamblea conjunta de obispos y presbíteros.
 

“Difíciles circunstancias”

Amparados en el derecho que tienen como “ciudadanos y pastores” a cumplir con su deber (“defender y promover la dignidad del ser humano, así como el bien común”), los prelados vuelven a ofrecer una palabra sobre las “difíciles circunstancias” que afectan a sus compatriotas: violencia, inseguridad y criminalidad crecientes, desabastecimiento, alza del costo de la vida

Sin embargo, “quienes tienen en sus manos la solución de los problemas del pueblo parecen dar preferencia a otros intereses. Los pobres y, en general, los que sufren vienen a ser así simplemente una excusa o una pantalla ideológica para lograr otros fines”, denuncia el Episcopado.

Panorama agravado, a su juicio, por “la pretensión de imponer un modelo político totalitario y un sistema educativo fuertemente ideologizado y centralizado”, amén de “la criminalización de las protestas y la politización del poder judicial”, sin olvidar “la corrupción en todas las esferas del Estado e incluso de la sociedad”.

Así las cosas, la actual atmósfera social se torna “asfixiante”, lo que empuja “a algunos a abandonar el país, a muchos les hace perder la esperanza de lograr un cambio real de las condiciones socio-políticas y a otros, en fin, los lleva a asumir actitudes violentas”, lamentan los obispos, al tiempo que recuerdan el llamamiento del Papa a “poner en primer lugar a la gente, con sus problemas reales, y a privilegiar a los pobres como sujetos sociales, actores de su desarrollo y superación”.

Precisamente, a lo largo de su Asamblea, los miembros de la CEV tuvieron ocasión también de reflexionar en torno a la exhortación apostólica Evangelii gaudium, un texto con el que Francisco “quiere no solo motivarnos, sino también interpelarnos para que cambiemos muchas de nuestras actitudes, con el fin de lograr la tan deseada transformación misionera de la Iglesia”. Y aprovecharon para invitar a “leer, meditar y poner en práctica este importante documento pontificio”.
 

Asamblea con presbíteros

Durante dos días, los obispos recibieron a una representación de sacerdotes de las diversas diócesis y vicariatos apostólicos, con los que compartieron inquietudes pastorales que surgen en el trabajo diario, y aprovecharon la ocasión para mostrarles su “reconocimiento, gratitud y afecto paterno”. Tras admitir que “el sacerdote cumple su papel muchas veces entre contradicciones”, el mensaje episcopal lamenta que su misión sea “con frecuencia puesta en duda o ridiculizada”.

En este sentido, recuerda que a ellos también les afectan las limitaciones humanas, pero consideran injustas las generalizaciones, porque “la gran mayoría se esfuerza por guardar íntegra fidelidad a sus compromisos”. Los pastores destacan, asimismo, el “gran valor” que para las comunidades cristianas tiene la labor de los sacerdotes, que, en un país como Venezuela, “implica saber tender puentes para propiciar el encuentro entre adversarios y promover la reconciliación”.

Finalmente, atendiendo a uno de los encargos del Concilio Plenario de Venezuela (2006), la CEV ha convocado la primera Asamblea Nacional de Pastoral para el próximo año con un objetivo: llevar a cabo “un examen sincero de la fe y práctica religiosa del pueblo cristiano, teniendo presente la realidad de división y odio que pretende imponerse en el país”. Los obispos confían también en que esa cita contribuirá a la aplicación de las directrices del Concilio Plenario, así como al “reimpulso de la Misión Continental Permanente”.

En el nº 2.904 de Vida Nueva

 

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