Grupos de cristianos que dan vida al espíritu ecuménico

Manifiesto del XXIV Encuentro Ecuménico de “El Espinar” celebrado en Madrid

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P. E. P. | Queremos mantener nuestro empeño por la unidad de las Iglesias cristianas y, al mismo tiempo, subrayar nuestra responsabilidad ante los graves problemas de justicia, de violencia y de degradación del medio ambiente que constatamos en nuestra sociedad y en el mundo entero”.

Así comienza el manifiesto [ver íntegro] difundido por el más de medio centenar de personas que participaron, del 30 de junio al 4 de julio, en el XXIV Encuentro Ecuménico de “El Espinar”, celebrado en la localidad madrileña de Collado Villalba [ver programa].

Asimismo, los asistentes, pertenecientes a varias confesiones cristianas, mostraron su intención de “intensificar nuestro trabajo por la justicia, la paz y la sanación de la Creación”, en línea con lo establecido en la Asamblea General del Consejo Ecuménico de las Iglesias, celebrada en Corea del Sur el pasado año, así como de “abordar juntos los complejos desafíos de la realidad económica, social y moral actual”.

Bajo el lema Ecumenismo y responsabilidad ante el mundo, los participantes en el encuentro reflexionaron, mediante ponencias y talleres, en el trabajo de los cristianos para una visión eclesiológica común; su responsabilidad concreta, como hijos de Dios, ante el mundo; la misión de la Iglesia a favor de una sociedad “realmente humana”; una invitación a la acción para la economía de la vida; o un llamamiento ecuménico a favor de la “paz justa”.

Igualmente, se abordó la cuestión del ecumenismo y los jóvenes, en lo que supone un desafío para el crecimiento del espíritu ecuménico. En este sentido, los organizadores –representantes de la Iglesia católica, evangélica, Iglesia Española Reformada Episcopal y ortodoxa– se animaron a enviar a un joven al encuentro con la finalidad de rejuvenecer el empeño que vienen demostrando -desde hace casi medio cuarto de siglo– en que no se apague ese anhelo por la unidad de los cristianos en España.

En el nº 2.904 de Vida Nueva

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