Construir una nueva ciudad

El Arzobispado de Valencia promueve un proyecto juvenil para ayudar a enfermos, ancianos, familias con problemas y niños

Trabajos en el marco de la iniciativa diocesiana.

Trabajos en el marco de la iniciativa diocesiana.

JOSÉ RAMÓN NAVARRO PAREJA (VALENCIA) FOTOS: AVAN | Visitar a enfermos y ancianos, atender economatos parroquiales, ayudar a familias con problemas o formar a niños han sido algunas de las acciones evangelizadoras que casi un centenar de jóvenes valencianos han realizado esta última semana en varias localidades de la diócesis.

Carlos Osoro, arzobispo de Valencia

El arzobispo de Valencia, Carlos Osoro.

Estas iniciativas, que se enmarcan dentro del proyecto juvenil de evangelización Construir la Nueva Ciudad, pretenden animar a los jóvenes a anunciar a Jesucristo “con acciones y obras, fuera de su entorno habitual”. El proyecto ha sido promovido por el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, inspirado en la Evangelii gaudium de Francisco.

La misión comenzó el pasado domingo en la basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia con una celebración eucarística de envío presidida por el arzobispo. En su homilía, Osoro recordó a los jóvenes que su misión era la de “sembrar, construir el Reino y de hacerlo, además, a la manera de Jesucristo”. “Sois como el grano de mostaza”, animó a los participantes.

Una de las acciones más significativas de esta semana ha sido el trabajo con niños en riesgo de exclusión social en el barrio de La Coma de Paterna. Como refuerzo a esta labor, el propio arzobispo se acercó el martes 22 a la zona y pudo comprobar la degradación que ha vivido desde su última visita, dos años atrás.

“El barrio ha cambiado: está más sucio y descuidado”, dijo Osoro, que se reunió con varias familias que están sufriendo la crisis. El arzobispo calificó la visita como “una experiencia de interpelación a uno mismo, porque no sabemos cómo es posible que en este tiempo haya personas con necesidades importantes”. Después de compartir con los vecinos su inquietudes y conocer “los dramas que están viviendo”, cenó con los jóvenes que participan en la misión.
 

Encuentros de oración

Por su parte, en Aldaia, los jóvenes visitaron a ancianos en sus casas y en varias residencias. Además, acompañaron hasta la parroquia a algunos y celebraron con ellos la Eucaristía. En este marco, varios de los jóvenes dieron un testimonio de cómo esta experiencia les está ayudando a fortalecer su fe. En Gandía, los jóvenes colaboraron con el Centro de Atención al Inmigrante, mientras que en Alzira visitaron a enfermos, ancianos y personas sin recursos.

Dentro del proyecto misionero Construir la Nueva Ciudad, también se realizaron el viernes por la noche dos Nightfevers o encuentros de oración para jóvenes en Gandía y Aldaia. Este tipo de acto, que surgió en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Colonia (2005), consiste en la celebración de una oración en un templo situado en una zona de ocio nocturno.

Mientras unos jóvenes participan en la oración, otros salen a la calle “para invitar a los viandantes a entrar en el templo y compartir un momento de oración o meditación”. Los jóvenes reparten velas, que los participantes encienden dentro de la iglesia, así como cuartillas para escribir mensajes o peticiones.

En el proyecto se han implicado jóvenes mayores de 16 años y menores de 35, que durante la semana han vivido “de la providencia, sin dinero y sin móvil”. “Vais a salir solo con la fuerza y la gracia del Señor, con su amor, sin oro, ni plata, ni calderilla, ni alforjas, ni túnica, ni sandalias, ni bastón, llevando al Señor en y con vuestras vidas, llevando la alegría del Evangelio”, les recordó Carlos Osoro en la carta pastoral que dedicó específicamente a esta misión.

Organizados en grupos de diez a treinta personas, comenzaban el día con una oración para, después, partir a la tarea que les había sido encomendada, que podía ir desde obras sociales, turnos de vela en la parroquia o a relacionarse con la gente de la localidad mostrando “un estilo de alegría, una manera generosa de actuar”. La experiencia finalizó el domingo con la celebración de la Eucaristía en la catedral de Valencia, presidida por el arzobispo.

En el nº 2.904 de Vida Nueva

Compartir