Ciudad del Este, en el punto de mira del Papa

La diócesis paraguaya recibe una visita apostólica por presuntas denuncias de abusos y malversación de fondos

El presidente paraguayo con Santos Abril.

El presidente paraguayo con Santos Abril.

NICOLÁS MIRABET (BUENOS AIRES) | El Episcopado paraguayo (CEP) no tiene buena fama en Roma, piensan que es un episcopado sumamente flojo y que la Iglesia acá está gobernada en general –no en todas las diócesis– muy flojamente”, disparó Rogelio Livieres Plano, obispo de Ciudad del Este, al darse a conocer –el pasado 2 de julio, mediante un comunicado de prensa– que su diócesis recibiría una visita apostólica solicitada por el papa Francisco, a fin de ofrecer “una asistencia para el bien de aquella Iglesia particular”, en palabras de la Nunciatura apostólica de Paraguay.

El enviado papal con el nuncio.

El enviado papal con el nuncio.

Dicha visita fue encargada al cardenal Santos Abril y Castelló, arcipreste de la Basílica de Santa María Mayor en Roma y presidente de la Comisión Cardenalicia de Vigilancia del Instituto para las Obras de Religión (IOR), y a Milton Luis Tróccoli, obispo auxiliar de Montevideo y rector del Seminario Interdiocesano Cristo Rey de Uruguay.

Según la prensa paraguaya, la intervención vaticana –que se ha producido entre el lunes 21 y el sábado 26 de julio– tuvo lugar para investigar las acusaciones de abusos sexuales que involucran al sacerdote Carlos Urrutigoity, y por malversación de fondos en la diócesis.

Como primera acción, el lunes 21, Santos Abril se reunió con los obispos de Paraguay en la sede de la Nunciatura, en Asunción, antes de recorrer los 325 kilómetros hasta Ciudad del Este. Por su parte, la visita de Tróccoli se limitó a conocer a fondo el programa de formación del Seminario para ofrecer un posterior informe de evaluación a Roma.

Desde su llegada a Ciudad del Este en 2004, Livieres, del Opus Dei, se empeñó en crear un nuevo seminario, pese a la resistencia de varios sacerdotes. Un seminario que, como “frutos de su fe” –según informa el sitio web de esta diócesis paraguaya– “ha ordenado a más de 60 sacerdotes al cabo de diez años”.

El mismo portal recoge unas explicaciones como descargo a noticias de los medios locales que hablaban de una “verdadera intervención a la diócesis”, y que culminaría “con la renuncia del obispo”.

Fernando Lugo, a la izquierda.

Fernando Lugo, a la izquierda.

Allí, el obispado de Ciudad del Este detalla su oposición a la candidatura como presidente de Paraguay del exobispo Fernando Lugo y, por lo tanto, su desencuentro con la Conferencia de Religiosos del Paraguay, que apoyaba esa candidatura. Además, señala la decisión de Livieres de no enviar más a sus seminaristas al Seminario Nacional de Asunción, al considerarlo deficiente para la formación de los futuros sacerdotes.

Asimismo, se publica otro descargo por las acusaciones “de malversación de fondos y de estafa a los pobres y necesitados de la región” realizadas por Javier Miranda, el “autoproclamado presidente de los Laicos del Alto Paraná”. En ellas se hace referencia a una donación de 300.000 dólares que Livieres “destinó por completo a la manutención del seminario”.

Según versiones de la prensa paraguaya, tales acusaciones se refieren también a una supuesta venta irregular de un terreno destinado a construir un cementerio privado, donde, dentro del costo del servicio, se ofrecían sacerdotes para las exequias.

En cuanto a Urrutigoity, el portal diocesano dice que “no fue acusado de pedofilia por ninguna víctima” y que tampoco “hubo procesos ni condenas en tribunales de ningún país ni de la Santa Sede”.

Cabe recordar que, según el Código de Derecho Canónico, una visita apostólica se realiza solo en “casos de suma gravedad”. Al cierre de esta edición, las conclusiones de esta misión pontificia estaban en vías de ser remitidas a Roma.
 

Claudio Giménez.

Claudio Giménez.

Lamentables acusaciones

Tras hacerse pública en los primeros días de julio la reciente visita apostólica, Livieres provocó un inédito escándalo al formular lamentables acusaciones de homosexualidad sobre Pastor Cuquejo, arzobispo de Asunción, en una entrevista concedida a la cadena de televisión paraguaya Unicanal.

Frente a estos hechos, el presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), Claudio Giménez, indicó que el enfrentamiento entre Livieres y Cuquejo es “una situación muy dolorosa. Nos dio mucha vergüenza. Somos débiles y quebradizos, pero los problemas, con la ayuda de Dios, están para ser superados”. Cuquejo no hizo declaraciones.

Todos estos hechos confirman las actitudes un tanto particulares del obispo de Ciudad del Este en el ejercicio de su ministerio episcopal.

En el nº 2.904 de Vida Nueva

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