JOSÉ LUIS PINILLA | Hace unos días, la delegación española de Pastoral de la Carretera viajó a Roma en una peregrinación en la que visitó el Pontificio Consejo de Migrantes e Itinerantes, donde partició en conferencias e intercambió experiencias sobre esta pastoral tan especifica.
Y cuyo momento culminante fue la participación de la delegación española, encabezada por José Aumente, director del departamento, en la audiencia general de los miércoles con el papa Francisco, tras la cual le ofrecieron, entre otros regalos, un chaleco reflectante con el escudo del Vaticano y una miniatura del coche utilitario Renault-4, el comúnmente llamado “cuatro latas” que el Papa utilizaba en sus desplazamientos por Buenos Aires; en este caso, con matrícula del Vaticano.
Precisamente, Francisco se expresaba así el pasado noviembre en la jornada de víctimas de la carretera:
Aseguro mi oración y aliento a proseguir en el compromiso de la prevención, porque la prudencia y el respeto de las normas son la primera forma de la protección de uno mismo y de los demás.
También hace poco, el pasado 6 de julio, se celebró en España la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico, que este año tuvo por lema Jesús se acercó y se puso a caminar con ellos, y ante la que el obispo emérito José Sanchez, responsable episcopal de la Pastoral de la Carretera, afirmó: “Hacer el camino con Jesús nos lleva a aceptar a los otros como hermanos.
Por eso, cuando nos ponemos al volante, debemos respetar a los demás conductores y tratar a los demás como yo quiero que me respeten y traten. Mejor aún, como el Señor me trata a mí. No puedo olvidar las normas de cortesía, y menos la caridad para con el prójimo”.
En el nº 2.902 de Vida Nueva
