Los cristianos saludan con esperanza la arrolladora victoria de Al-Sisi en Egipto

El cambio de gobierno es recibido con alivio por quienes eran más perseguidos en el anterior

M_Egipto

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Aunque se le señalaba como claro favorito en las encuestas, no deja de ser sorprendente que el exgeneral Abdel Fattah al-Sisi se haya impuesto en las elecciones presidenciales egipcias de un modo tan arrollador, obteniendo el 96,9% de los votos (con un total de casi 24 millones de sufragios), según los datos que, el pasado 3 de junio, dio a conocer la Alta Comisión Electoral.

Una victoria que, más allá de las dudas sobre un posible pucherazo –hace solo dos años, el islamista Mohamed Mursi obtenía la mayoría absoluta en los primeros sufragios libres tras la caída de Hosni Mubarak–, ha sido saludada con una evidente esperanza por la minoría cristiana del país, fuertemente castigada bajo el dominio de los Hermanos Musulmanes.

Iglesia en Minya, Egipto (2013).

Iglesia en Minya, Egipto (2013).

Según informa Fides, el patriarca copto católico, Ibrahim Isaac Sidrak, ha enviado un mensaje a Al-Sisi, en nombre de todo el Episcopado egipcio, en el que se congratula de la forma “leal y madura” con la que la ciudadanía se ha podido expresar en las urnas. Así, insistiendo en el carácter legítimo de su investidura, le asegura al nuevo mandatario la cooperación eclesial con el fin de que impulse el bien común y se convierta en un defensor de la igualdad de todos los ciudadanos y de la libertad religiosa, respetando a las minorías.

Un tono similar al empleado por el patriarca copto ortodoxo, Tawadros II, que ha pedido que Dios le ilumine y le proteja “ante las emergencias que el país tendrá que afrontar”. Por otra parte, Andre Zaki, representante de los evangélicos egipcios, ha señalado que, con la elección del exgeneral (renunció a su cargo militar para poder presentarse a las elecciones), comienza “una nueva era” para el país.

En el día de su jura presidencial, el domingo 8 de junio, Al-Sisi correspondió a los deseos manifestados por los patriarcas cristianos (Tawadros II mantuvo un papel muy visible en el acto de investidura) y alabó la significatividad de la comunidad copta en el pasado y el presente de Egipto, resaltando su condición de “salvaguarda de la unidad nacional” ante las amenazas de quienes hostigaban su presencia pública.

Del mismo modo, el nuevo presidente ratificó que los Hermanos Musulmanes quedan al margen de la ley.

En el nº 2.898 de Vida Nueva

 

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