“Las nuevas tecnologías deben estar al servicio de la humanidad”

Mensaje de los obispos con vistas a la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

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FRAN OTERO | Con motivo de la celebración, el domingo 1 de junio, de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, los obispos de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación (CEMCS) han publicado un mensaje en el que abordan la nueva cultura que surge de las nuevas tecnologías de la comunicación y la necesidad de que esta se transforme en una cultura del encuentro al servicio de la humanidad.

Porque la nueva cultura digital, que “está transformando –dicen– el modo de conocer, de trabajar, de relacionarse, de vivir y de interactuar entre personas y pueblos” y a la que, por otra parte, “no se puede renunciar”, entraña riesgos como el aislamiento de personas, el individualismo, el ofuscamiento en el mundo digital y el consiguiente desprecio del mundo real, el olvido de la caridad…

Aunque también oportunidades: la difusión masiva de conocimiento, nuevos cauces de difusión de pensamiento o la dinamización de la vida pública. Es en las oportunidades en las que insisten los obispos, pues a medida que estas crecen, los riesgos se atenúan. “Y a esto están llamados todos los que trabajan o utilizan el mundo de las nuevas tecnologías: a hacer crecer las oportunidades que estas herramientas permiten para que cada persona se haga más humana y más consciente de la responsabilidad que tiene sobre el desarrollo integral de los demás. El objetivo último de esta revolución tiene que ser transformar esta cultura digital en cultura del encuentro. Las nuevas tecnologías deben estar al servicio de la humanidad”.

En este propósito, estiman “fundamental” el papel de los comunicadores, pues son ellos quienes “pueden contribuir a que la verdad no naufrague en el océano digital, sino que, al contrario, sea servida con diligencia y criterio a todas las personas que la reclaman para poder ser libres”. En cualquier caso, son conscientes de las dificultades que hoy tienen los comunicadores para llevar a cabo esta cultura del encuentro, sobre todo, por la crisis económica, “que ha provocado el cierre de numerosos medios de comunicación y el despido de miles de profesionales”.

“Sin la comunicación social, sus medios y sus profesionales, la sociedad se incapacita para conocer la verdad y, por tanto, para ejercer la libertad”, concluyen.

En el nº2.896 de Vida Nueva

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