“Junto al avestruz de dos cabezas”: contexto y actores de la información religiosa en los medios

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FERNANDO CORDERO MORALES (SS.CC., sacerdote y periodista) | El hecho religioso, tan connatural a la vida humana, sigue interesando en la sociedad actual y, por tanto, también a los medios de comunicación.

Nos aproximamos a la compleja y pluriforme realidad de la información religiosa en España. Sobre este asunto, el veterano comunicador Antoni Coll opina, con cierto humor:

“Los diarios dedican páginas y más páginas a Política, Economía, Deportes, Espectáculos, ofertas de Contactos eróticos… Y las noticias de Religión suelen meterse en el cajón de sastre de Sociedad, en la vecindad de un divorcio, de un hombre que mata a su mujer a hachazos, de los buenos efectos secundarios de la aspirina o del nacimiento de un avestruz de dos cabezas“.

Al celebrar la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el próximo 1 de junio, pretendemos ubicar y analizar los ingredientes de lo noticiable que más sobresalen en este singular campo informativo.
 

I. Una información que no se puede marginar

“Los medios de comunicación a menudo no son coherentes con su labor informativa porque no valoran la información religiosa”, ha asegurado Oriol Domingo, exresponsable de la sección de Religión de La Vanguardia, en un diálogo sobre Fe y comunicación celebrado en Tarragona hace unos meses.

Él mismo, como anécdota, explicó que cuando pasó de hacer crónicas de información política a información religiosa alguien le preguntó si lo habían castigado. “Pero entonces me di cuenta de que el hecho religioso interesa más de lo que parece”, declaró. Este periodista es consciente de que el hecho religioso, que es humano y social, alberga “un carácter poliédrico y transversal que trata de la conciencia, por lo que se filtra en todos los terrenos de lo humano”.

Por su parte, José María Gil Tamayo, secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en la entrega el pasado diciembre del Premio Juan Pablo II de Comunicación al periodista de Vida Nueva Fran Otero, ha aseverado: “Marginar la información religiosa es un acto de injusticia informativa”.

En efecto, la religión tiene mucho que ver con la naturaleza del hombre y no puede prescindir de ninguno de sus elementos constitutivos. Los medios de comunicación, que se interesan por todo lo que concierne al ciudadano, incluyen en su agenda las noticias relativas a este fenómeno.

En España, un país de tradición católica, esta elevada cifra se refleja en los diferentes medios de comunicación, ya que de las informaciones religiosas que se transmiten en su generalidad abarcan temas concernientes a personajes, asuntos y celebraciones propias de la Iglesia católica. Las otras religiones aparecen en relación con esta, por lo que localizamos dos líneas de información en este campo: ecumenismo (aproximación entre las otras confesiones cristianas) y diálogo interreligioso (con otras religiones, como el islam, el judaísmo, etc.).

La mayor parte de los fenomenólogos de la religión concluyen en definir la actitud religiosa como un encuentro personal con el Absoluto. En las informaciones periodísticas hallamos más elementos sobre las mediaciones que conducen al Misterio o Absoluto, centro de la experiencia religiosa, que al propio núcleo del hecho religioso. Es decir, que el Papa, la posición de los obispos en determinados asuntos, algunas celebraciones, se convierten en ejes de la información religiosa, y no tanto los contenidos doctrinales de la Iglesia.

Desde hace varios años, podemos ir observando –como suscribe José María La Porte, en La lógica informativa en las noticias sobre la Iglesia (2001)– que “hay un interés objetivo por la Iglesia en muchos medios, fruto del interés que tienen las audiencias a las que se dirigen”. Es decir, los medios de comunicación tienen interés en la Iglesia porque esta es noticia.

Tocamos, por tanto, uno de los ámbitos del periodismo especializado, que se ha ido ordenando en torno a dos criterios: temático y geográfico. Este sistema sitúa la realidad en un contexto amplio, con unas determinadas coordenadas, relaciona y profundiza en los hechos. El objetivo es que el destinatario de la información obtenga una visión global, contextualizada y relacional. Vamos, pues, a aproximarnos a un subcampo del periodismo especializado que es la información religiosa.
 

II. Abuso de algunos ingredientes de lo noticiable

No cabe duda de que el periodismo especializado ha de afrontar una serie de dificultades. Vemos en ocasiones que los divulgadores no encuentran un lenguaje adecuado para dar curso a sus informaciones de una manera rigurosa por las prisas, la urgencia, precipitación e incluso por la falta de dominio de un campo específico del saber. Quizás, en el campo de lo religioso, sea el exceso de determinados elementos de lo noticiable lo que desvirtúe la calidad informativa de algunos medios. Comprobémoslo a través de la revolución periodística en torno a Internet.

Aunque el desarrollo digital ha sido vertiginoso, lo cierto es que no ha hecho más que empezar. Como bien señala Juan Rubio, en su libro Evangelizar en el planeta digital (PPC, 2013) [ver reseña] “la comunicación ha entrado en una nueva era desde la irrupción de Internet”.

Los periódicos tradicionales cuentan con ediciones digitales, en las que, en algunos casos, tratan de reproducir tal cual los textos de la edición impresa. Pero, como la Red permite una producción ingente de alternativas informativas, han surgido los confidenciales.

Con un toque editorializante, estos sitios enganchan con una visión crítica con respecto al poder establecido. Tomaremos como ejemplo un confidencial: religiondigital.com, que está vinculado a periodistadigital.com, al que un significativo número de personas recurre para estar informada de la realidad actual.
 

El caso de religiondigital.com

Considerado el portal más importante de información religiosa en España, religióndigital renueva diariamente sus contenidos y suministra diferentes noticias sobre la Iglesia, en numerosas ocasiones extraídas de diarios de ámbito internacional, nacional, regional y de agencias, también de producción propia. Los rasgos característicos que acompañan a lo noticiable son la novedad, la oportunidad de que se conozca el acontecimiento, la excepcionalidad, los intereses editoriales del medio, etc.

Así, alrededor del Papa suponen novedad la manera clara y sencilla de comunicarse, sus declaraciones sobre temas a los que es sensible la sociedad, lo concerniente a sus apariciones públicas, sus contactos con otros actores sociales y políticos, sus viajes y el modo de ejercer su liderazgo, así como los datos humanos sobre su biografía.

Nos detenemos en algunos asuntos que captan el interés de este portal, considerando algunos ingredientes de la noticia, conforme a la tipología de Carl Warren, en Géneros periodísticos informativos (Ed. ATE, 1979). Aportamos casos concretos:

  • Actualidad y proximidad. Cuando se acercan beatificaciones y canonizaciones, los que suben a los altares se convierten en noticia: “Pablo VI será beatificado en octubre tras reconocerle milagro”.
  • Conflicto: “El Abad de Montserrat, favorable al reconocimiento de la ‘realidad nacional de Cataluña’”.
  • Consecuencias. Algunas declaraciones del obispo Reig Plà conducen a la confrontación y a la protesta: “El feminismo es un paso hacia la deconstrucción de la persona”.
  • Suspense: “Sigue secuestrado en Siria el jesuita italiano Dall’Oglio”.
  • Relevancia personal. Hay personas que casi siempre son capaces de producir noticias con sus actuaciones públicas: el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano; el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi; las comparecencias de Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal Española, y las del secretario general; las afirmaciones de algunos cardenales, como Óscar Rodríguez Maradiaga; algunas declaraciones del padre Ángel García (“La excusa de que las cuchillas las pusieron otros no vale, porque si las pusieron otros, las pusieron mal”) o de sor Lucía Caram; las manifestaciones de algunos superiores generales, como las del jesuita Adolfo Nicolás.
  • Rareza: “Ravasi apoya a la monja cantante de ‘La Voz Italia’”.
  • Sexo. Continúan los ecos de denuncias por abusos sexuales, así como lo relativo a la vivencia del voto de castidad: “El nuncio en México asegura que la Iglesia ‘nunca se ha escondido’ en los casos de pederastia”.
  • Emoción: “Monseñor Aguirre recoge a los niños secuestrados en Bangassou (Centroáfrica)”.
  • Progreso: “En la extensa lista de obras sociales de monseñor Castellanos se incluyen 16 colegios y un hospital”.

Quien navegue con asiduidad puede inferir que lo que más se destaca de la Iglesia son las relaciones institucionales con el Gobierno, escándalos por abusos sexuales, anécdotas y crítica visión sobre algunos obispos… La polémica y lo excepcional priman excesivamente en la balanza de elección de contenidos, frente a otros asuntos como el de la atención a los más necesitados o el compromiso solidario de la institución eclesial.

Otros temas, que cambien el rumbo de estas perspectivas, no interesan tanto, tales como diferentes encuentros (teológicos, pastorales, convivenciales…), pastoral en barrios, cárceles, hospitales, colegios, pastoral juvenil, celebraciones litúrgicas, etc. Es notoria la alergia hacia noticias que evoquen la trascendencia y el misterio de Dios. En este sentido, Fernando Donaire Martín, en Elementos nucleares de la información religiosa, hace memoria de los temas olvidados:

La prensa no suele mostrar la realidad de la vida de la Iglesia, ni los miles de católicos que están comprometidos en tareas sociales, ni aquellas realidades cotidianas más amables y descriptoras, junto con los aspectos anteriores, de una realidad tan rica y pluriforme como la Iglesia.

Esta parrilla aplicada a Religiondigital podríamos exportarla también a televisiones, radios, otras páginas o portales web, etcétera, y, en menor o mayor dosis, encontraríamos noticias muy parecidas a las anteriores. Sería muy interesante, por ejemplo, analizar el programa Salvados, conducido por Jordi Évole, o El Objetivo de Ana Pastor, ambos emitidos en La Sexta, en esta clave de abusos de ingredientes de lo noticiable con respecto al tratamiento que realizan en torno a las informaciones eclesiales.
 

III. La complejidad de una realidad amplia, diversa y plural

Desde un boletín parroquial, diocesano o interdiocesano, pasando por revistas, publicaciones especializadas, información en prensa, radio, televisión, Internet, programas específicamente religiosos en diferentes coberturas, hasta llegar a medios de titularidad católica, nos encontramos con una oferta muy amplia que alcanza a un numerosísimo público.

No podemos dejar de citar una iniciativa que, desgraciadamente, ahora está en stand by, la televisión diocesis.tv. Se trataba de la televisión por Internet de la Diócesis de Málaga, una iniciativa pionera en la comunicación de la Iglesia en España y en el mundo.

Las diócesis están recurriendo en la actualidad a colgar en YouTube determinadas entrevistas a sus obispos o a otras personas de interés para la vida diocesana. En televisión gozan de una audiencia fiel programas como Últimas preguntas, Pueblo de Dios y Testimonio, en La 2 de TVE, o Testigos hoy en Canal Sur, así como la retransmisión de El Día del Señor.

La Linterna de la Iglesia de COPE o Frontera de RNE están igualmente respaldados por oyentes incondicionales.

Por otro lado, es justo reconocer que, dentro la Iglesia, cada vez hay mejores agencias de noticias. Algunos periodistas muestran la evidencia de las muchas agencias que se han ido constituyendo los últimos años tanto en las diócesis valencianas y andaluzas como en Madrid, Aragón o en la misma Conferencia Episcopal. Se resalta mucho la agencia IVICON de la CONFER y también las agencias internacionales de información religiosa, como, por ejemplo, Zenit o Rome Reports.

No podemos dejar de nombrar el News.va, un portal de noticias en Internet del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales (PCCS)
de la Santa Sede. Aglutina varios canales de información como la Agencia Fides, L’Osservatore Romano, el Centro Televisivo Vaticano (CTV), Radio Vaticana (RV) y el Servicio Informativo Vaticano (VIS).

En general, podemos afirmar que la información religiosa está presente en la prensa española. El hecho de que se cuente con una sección específicamente religiosa goza de sus pros y contras, como bien explica José Francisco Serrano en Información religiosa especializada [ver aquí].

Entre los contras, destaca que la religión aparezca convertida en un gueto o que facilite a algunos lectores el saltarse la sección de Religión. A favor encontramos algunas razones: fácil localización, garantía del espacio tipográfico, etc. Es evidente que el hecho de que un periódico dedique una sección o un bloque fijo a religión supone que el medio valora este tipo de contenidos informativos.

En realidad, constatamos que el hecho religioso, en concreto la información sobre la Iglesia católica, no se ciñe solo a una determinada sección, sino que, en ocasiones, ocupa las principales secciones: Internacional, Nacional, Sociedad, Cultura. Esto puede hacernos reflexionar que la presencia de la religión, no solo en su área específica, indica que el fenómeno religioso está inserto en las diferentes dimensiones de la vida humana y, por ende, lo está también en las diferentes áreas de la praxis periodística.

Pliego íntegro publicado en el nº 2.896 de Vida Nueva. Del 31 de mayo al 06 de junio de 2014

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