Fuentes de Dios

Alberto Iniesta, obispo auxiliar emérito de MadridALBERTO INIESTA | Obispo auxiliar emérito de Madrid

“La creación, la redención, la santificación; el poder, el saber y el amar: al Padre por el Hijo en el Espíritu, tres fuentes inagotables de agua viva…”

Hay tres grandes pistas para encontrar a Dios; no como una demostración teórica y fría, pero sí dándonos fundamentos razonables para nuestra esperanza.

  • 1. En primer lugar, el universo, la creación, las inmensas galaxias o los microbios, las nubes o la ballena azul. Por el pecado original del hombre –el varón y la mujer, claro–, la creación había perdido su cauce religioso con el creador. Pero con la Encarnación encuentra su sacerdote en la humanidad del Resucitado. Unidos por el Bautismo al sacerdocio universal de Jesucristo, para un cristiano la ecología no solamente es una cuestión práctica, de mera subsistencia, sino también de gratitud, de amor y admiración.
  • 2. Como es lógico, no pretendo encerrar aquí la vida y milagros de Jesús de Nazaret. Solamente recordar dos hechos históricos que hacen pensar. Un pobre carpintero, que ejercía de profeta, tuvo la osadía de decir a sus discípulos esta bravata: El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Y desde entonces, sus palabras cada día se leen, se veneran, se comentan en público en dos mil lenguas diferentes de todo el mundo. Pero hay más: una pobre aldeana de Nazaret tuvo la ocurrencia de decir que todas las generaciones la llamarían bienaventurada. Y la devoción a María es un eco universal de esa profecía.
  • 3. Los grandes hombres de la historia tenían grandes cualidades de las que generalmente se ufanaban. Al mismo tiempo, solían tener opiniones diferentes, y, a veces, divergentes unos de otros. En cambio, los santos coincidían en dos cosas: primero, que ellos no presumieron de nada, sino que todo fue obra del Espíritu, y, además, con un mismo ideal: seguir apasionadamente a Jesucristo.

La creación, la redención, la santificación; el poder, el saber y el amar: al Padre por el Hijo en el Espíritu, tres fuentes inagotables de agua viva donde podemos beber a Dios continuamente.

En el nº 2.896 de Vida Nueva.

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