Los obispos animan “a luchar por la justicia social y sanitaria”

En la Pascua del Enfermo, proponen abrir un debate social sobre el sistema de salud

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FRAN OTERO | Los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral han publicado un mensaje con motivo de la Pascua del Enfermo –que la Iglesia celebra el 25 mayo– en el que abordan, además de una serie de orientaciones para los fieles, cuestiones relacionadas con la política sanitaria de nuestro país y que han estado en el candelero en los últimos años.

En concreto, y esto es lo más novedoso, los obispos proponen, ante la crisis de financiación, que se inicie “un debate político y social sobre el modelo sanitario que la sociedad española quiere para sí y las prestaciones que pueden ser cubiertas con cargo a fondos públicos”, un modelo que, en su opinión, debe “prestar atención a la movilidad de las personas para que el acceso al sistema asistencial no se vea dificultado fuera de su lugar de residencia”.

Sea como fuere, recuerdan, como principio innegociable, que el ser humano debe estar siempre en el centro:

El trato humano al enfermo implica humanizar la política sanitaria de cara a promover una salud y asistencia a la medida del hombre, autor, centro y fin de toda política y actividad sanitarias. Implica que las instituciones sanitarias estén al servicio del enfermo y no de intereses ideológicos, políticos, económicos o sindicales.

 

Contracorriente

En este sentido, y en línea con lo que propone el papa Francisco, animan a ir contracorriente, contra la cultura de la indiferencia, “que se olvida de los pobres”. Y añaden:

Pues Dios no es indiferente al sufrimiento. Jesús dio inicio, con su Palabra y su vida, a la esperanza del que sufre. Tarea hoy de nuestra sociedad e Iglesia es romper el muro de la indiferencia social, para que el enfermo encuentre en las instituciones sanitarias y en las personas aquella Buena Noticia de la Salvación, también en forma de salud: salud integral y para todos, donde nadie quede excluido de la atención ni de la asistencia.

En este sentido, los obispos de la Comisión de Pastoral estiman necesario recuperar la compasión como principio de actuación social, eclesial y política.

Jesús jamás pasó de largo ante quien sufría. Por ello, la Iglesia tampoco puede pasar de largo; al contrario, debe acercarse al que sufre como lo hacía Jesús, mirarle con la compasión de Jesús, preocuparse del sufrimiento concreto de cada persona. Este debe ser el estilo de nuestras parroquias y de nuestra acción pastoral. Necesitamos dejar que nuestro corazón se conmueva ante el hermano herido y enfermo”.

En definitiva, se trata de “luchar por la justicia social y sanitaria hacia los más indefensos”.

En el nº 2.895 de Vida Nueva

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