“Las familias deben asumir su responsabilidad”

En Salamanca, la I Semana de la Familia reflexiona sobre su misión en la Iglesia

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ROBERTO RUANO (SALAMANCA) | Del 11 al 17 de mayo, la Diócesis de Salamanca, en colaboración con el Instituto Superior de Ciencias de la Familia de la Universidad Pontificia (UPSA), celebró su primera Semana de la Familia [ver programa].

Una iniciativa pastoral que ha recogido el obispo de Salamanca, Carlos López, de la misión permanente a la que convoca el papa Francisco en su exhortación apostólica Evangelii gaudium (66-67), para afrontar los desafíos que presenta hoy la cultura secularizada; en concreto, la crisis tan profunda que atraviesa la familia. En palabras del prelado salmantino:

Manifestamos con frecuencia la necesidad de una renovación de la pastoral familiar. Por ello hemos decidido dar comienzo a esta urgente tarea con la celebración de una I Semana de la Familia en la Diócesis de Salamanca. Una iniciativa que comienza su andadura con esperanza de continuidad./em>

La misión de la familia cristiana en la Iglesia y en el mundo ha sido el lema de esta Semana en la que se ha volcado toda la familia diocesana, tanto en su preparación como en su ejecución: Vicaría de Pastoral, Delegación de Familia y Vida, Medios de Comunicación Social, Enseñanza, Cáritas, Casa de la Iglesia, Universidad Pontificia; así como las familias religiosas que trabajan en el campo de la educación: Colegio Santísima Trinidad, María Auxiliadora y Santa Teresa de Jesús. El fruto de esta colaboración ha sido una amplia y diversificada programación –abierta a todas las sensibilidades del campo de la pastoral familiar–, que ha combinado la exposición doctrinal, la reflexión compartida, la escucha de las esperanzas y dolores de las familias, la celebración orante, el canto, el juego o la música: ponencias, mesas redondas, cinefórum, gala benéfica…

Siempre con la intención de recaudar fondos económicos para el centro asistencial de madres solteras Ave María de Santa Marta de Tormes–, nueve vigilias de oración, una eucaristía en la Catedral Nueva y una marcha hasta el sepulcro de santa Teresa de Jesús en Alba de Tormes. Variedad de actividades y escenarios para deleite de las familias de Salamanca.

“Nos es imprescindible despertar a las familias cristianas de la nostalgia de la cristiandad. Nuestra sociedad ya no es cristiana; por mentalidad es clara y abiertamente neopagana. Tenemos que invitar a las familias a que den un paso adelante en nuestras parroquias y ámbitos eclesiales donde viven, para que asuman el protagonismo que les corresponde”, señala Juanjo Calles, delegado diocesano de Familia y Vida.

 

“Queda tanto por hacer”

Desde la Vicaría de Pastoral, Tomás Durán, resume lo que ha sido esta semana:

El realizar hoy, en una diócesis tan pequeña como la nuestra, una Semana de la Familia con las características que ha tenido es un milagro. Se está haciendo mucho en la pastoral familiar en Salamanca, ¡pero queda tanto por hacer! Es necesario avanzar en una mayor implicación de la familia en la Iniciación Cristiana, en la Pastoral juvenil y vocacional, en la educación –Salamanca es una diócesis con 26 colegios de religiosos–, en la cultura… Lo de esta semana ha sido tan solo un inicio diocesano que queremos que tenga continuidad.

Del mismo modo, José Luis Guzón, director del Instituto Superior de Ciencias de la Familia de la UPSA, realiza su propio análisis: “Ha sido un comienzo y tenemos que estar muy contentos, independientemente de la afluencia de personas. La sinergia entre la Diócesis de Salamanca y la UPSA es una de las cosas más positivas que a mí me queda de estas jornadas”.

En el nº 2.895 de Vida Nueva

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