Vocaciones nativas, un compromiso de España a prueba de crisis

Obras Misionales Pontificias celebran la Jornada de Vocaciones Nativas

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LUIS RIVAS | “No es admisible que una vocación religiosa se pierda por motivos económicos si podemos remediarlo”.

Francisco Linares y Setefilla Martínez encarnan el compromiso de la Iglesia española con las vocaciones nativas. Una responsabilidad sostenida en el tiempo y reforzada por las crisis, no en vano este matrimonio cordobés destina una parte de sus ingresos a becar a un seminarista en territorios de misión desde hace 25 años.

“El trabajo apostólico en la Delegación de Misiones y la oración nos hacen sentirnos misioneros en la retaguardia”, afirman. Al igual que ellos, numerosos fieles de todas las diócesis de España contribuyeron en 2013 con 1.738.499,89 euros al crecimiento e implantación del clero local en países donde la presencia de la Iglesia es relativamente pequeña.

Como forma de agradecer la generosidad y estimular las donaciones, las Obras Misionales Pontificias celebraron el pasado 27 de abril la Jornada de Vocaciones Nativas, promovida por las propias OMP junto con la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias. La celebración sirvió asimismo para dar a conocer la labor de formación y equipamiento de un programa que atendió en 2013 a un total de 72.825 seminaristas, 3.791 novicias y 1.932 novicios en los cinco continentes.

A nivel mundial, la Obra de San Pedro Apóstol recaudó la muy estimable cantidad de 21.856.153,85 euros. En lo referente a España, las OMP distribuyeron 224.941,43 euros entre siete países de Latinoamérica y 950.609,15 a seis naciones africanas, destinando 562.949,31 a India e Indonesia.

La Jornada de Vocaciones Nativas, enarbolada con el lema Misioneros por vocación, tuvo lugar el último domingo de abril, como es habitual, si bien coincidió en esta ocasión, y “providencialmente”, con las canonizaciones de Juan XXIII y Juan Pablo II. “Es una oportunidad para descubrir la pasión misionera de estos dos Papas y para valorar las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, porque esta realidad también fue la de Juan XXIII y Juan Pablo II”, proclamó durante el evento Anastasio Gil, director nacional de OMP.

En el nº 2.892 de Vida Nueva

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