Regular los CIE es “bueno para los inmigrantes y la sociedad”

Las organizaciones sociales lo consideran un avance, pero seguirán pidiendo su cierre

inmigrantes después de saltar la valla de Melilla

LUIS RIVAS | Los inmigrantes a la espera de ser expulsados de España ya no permanecerán retenidos en situación de vacío legal. El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) y Cáritas valoran positivamente el Reglamento de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 14 de marzo, pues, por su mera existencia, “beneficia tanto a las personas internas como a los funcionarios y demás personal de los centros, pero, sobre todo, nos beneficia a todos como sociedad”.

Más crítica se ha mostrado CONFER, la cual, en su documento El reglamento de la vergüenza, lamenta que “una persona pueda ser retenida en dependencias policiales hasta 60 días sin haber cometido delito alguno”.

El Defensor del Pueblo, la Fiscalía General del Estado, los Juzgados de control y una miríada de ONG han denunciado en los últimos años graves insuficiencias y numerosos defectos en el funcionamiento de los CIE, tras constatar que las limitaciones de los derechos de las personas allí confinadas van mucho más allá de la restricción a su libertad de movimiento.

En principio, la única finalidad de estos centros es realizar los trámites pertinentes para expulsar a los inmigrantes, o, en ocasiones, la sustitución de una condena penal.

Dependientes del ministerio del Interior, los CIE son gestionados por el Cuerpo Nacional de Policía y el tiempo máximo de estancia en sus instalaciones puede alcanzar los 60 días.

Como novedad, el Reglamento instaura la figura del administrador, que se encargará de coordinar todos los servicios asistenciales y logísticos, y estará bajo la supervisión de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y de las organizaciones presentes en el día a día del lugar. Se publicarán informes sobre la vida en los centros con carácter anual.

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En el nº 2.887 de Vida Nueva.

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