La Cuaresma por dentro

Retiros, charlas y ejercicios ayudan a disponer el espíritu para vivir plenamente este tiempo

encuentro en la Casa de Espiritualidad Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús de Benirredrá, Valencia

Encuentro en la Casa de Espiritualidad ‘Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús’ de Benirredrá (Valencia)

J. L. CELADA | Cádiz, Santa Cruz de Tenerife, Venecia, Río de Janeiro… Cuando no se han apagado todavía los ecos del Carnaval, con sus comparsas, bailes y desfiles, millones de cristianos celebran ya la Cuaresma. La pasarela de máscaras y disfraces ha dado paso al ayuno y a la limosna, el ruido exterior se ha tornado recogimiento interior. Un año más, el Miércoles de Ceniza delimitaba la frontera entre la expresividad corporal y el remanso del alma, una estancia que el creyente está invitado a acondicionar durante este tiempo de preparación al misterio de la Pascua.

Pero, ¿cómo disponer mejor el espíritu para vivir en plenitud la muerte y resurrección de Jesús? Charlas, retiros y ejercicios siguen siendo los medios más habituales para “ponerse ante la mirada de Dios y, alentados por su amor, promover un deseo mayor de amarle y seguir el estilo de vida que nos ofrece el Evangelio”.

Porque este es el principal objetivo de la Cuaresma, según Alfonso Crespo, sacerdote malagueño con larga experiencia en la dirección y acompañamiento de quienes deciden dedicar unos días –o unas semanas– a poner en orden su vida de fe para participar luego en el Triduo Pascual.

El perfil de la gente que suele acudir a estas convocatorias, por tanto, responde al de “personas con una cierta práctica religiosa que, con motivo de la Cuaresma, revisan su vida, se confiesan en las celebraciones penitenciales y, a través de la liturgia, se adentran en un ambiente especialmente religioso que conducirá a la Semana Santa, dando centralidad a la celebración de la Pascua”, explica Crespo.

Cabe añadir un dato muy significativo: a día de hoy, la asistencia a charlas y retiros “disminuye en número y sube la edad media de los convocados”, desvela Crespo. Un hecho que contrasta, por ejemplo, con la capacidad de convocatoria de las procesiones, que “no decae”, pero “sí es cada vez más confuso el espíritu de los espectadores”, admite. Y es que, “en general, la juventud –constata– participa de lo popular, pero sin mucha conciencia de lo religioso”.

A Lázaro Albar, sacerdote diocesano de Cádiz y Ceuta, su trayectoria de tres décadas impartiendo cursos de oración y dirigiendo retiros y ejercicios espirituales le permite distinguir entre las diversas posibilidades que ofrece este tiempo litúrgico: las charlas cuaresmales, los retiros de una mañana a los que acuden laicos y religiosas; los retiros de una mañana para sacerdotes; y los retiros de fin de semana para laicos.

Una oferta variada, sin duda, aunque ello no contribuye a una mayor participación, porque, “con sus subidas y bajadas, la afluencia viene a ser como antes”, detalla Albar. Lo que se traduce en unas 20-25 personas para los fines de semana, alrededor de 40 cuando son retiros de una mañana o durante las charlas cuaresmales, y “desde 20 hasta 70, depende de las diócesis”, si se trata de sacerdotes.

Más allá de los tópicos

Surge una pregunta que parece inevitable: más allá de estos escenarios y momentos privilegiados, ¿consigue el creyente de a pie vivir, y transmitir hacia el exterior, una Cuaresma que no se quede solo en los tópicos tradicionales del ayuno, la penitencia…?

Se apresta a responder el propio Crespo, iluminado por el mensaje del papa Francisco para estas semanas previas a la Pascua. Reclama un “mayor protagonismo” para la caridad, “recuperando la riqueza de las obras de misericordia”. Propuesta que Crespo concreta, por ejemplo, en “dar el 10% del sueldo en el mes de Cuaresma para los más pobres; vigilias de oración y ayuno, entregando la limosna a una obra concreta; organizar visitas a hospitales y a la cárcel…”.

Desde Benirredrá (Valencia), la hermana Amparo Bañuls, directora de la Casa de Espiritualidad ‘Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús’, apunta: “Transmitir otra imagen de la Cuaresma en todo aquello que hacemos al respecto, que se vaya más allá de los tópicos y que, efectivamente, sea un tiempo especial para transformar actitudes y caminar hacia una vida más cristiana”, desea su directora, la hermana Amparo Bañuls.

La Cuaresma por dentro [íntegro solo suscriptores]

En el nº 2.886 de Vida Nueva.

 

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