Editorial

La fe que cura en Ucrania

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EDITORIAL VIDA NUEVA | Tristemente, la crisis en Ucrania se cerró con un baño de sangre. Así, en unas horas, se evidenció la actitud represiva del régimen de Yanukóvich frente a lo que, salvo excepciones, era una manifestación pacífica, y cargó contra su pueblo, dejando un centenar de muertos por el camino.

Unos hechos que, además de costarle su forzada salida del poder, han evidenciado la madurez de las Iglesias en el país. Y es que, sin tener en cuenta las diversas cuitas que durante tantos años han enfrentado a las distintas confesiones cristianas (greco-católicos, evangélicos y ortodoxos, fieles a Kiev unos y a Moscú otros), todos han estado con las víctimas, o bien clamando contra la injusticia o bien abriendo sus templos como hospitales improvisados.

Los ucranianos nunca olvidarán el testimonio dado en estos “centros de solidaridad”, como los define en nuestras páginas Sviatoslav Shevchuck, arzobispo mayor de los greco-católicos en Kiev.

En el nº 2.884 de Vida Nueva. Del 1 al 7 de marzo de 2014.

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