En los aniversarios de Tolkien y Lewis, la imaginación del cristianismo

Un gran congreso internacional en la Universidad CEU San Pablo conmemora a ambos novelistas

JRR Tolkien y CS Lewis, escritores

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | El encuentro entre J. R. R. Tolkien y C. S. Lewis en Oxford no solo originó una gran explosión literaria, un verdadero big bang, capaz de crear universos fantásticos complejos, como la Tierra Media o Narnia. La íntima amistad que unió a ambos novelistas fundó una novedosa narrativa de ciencia ficción que, en su intención primaria, pretendía inventar mundos capaces de mostrar la magnificencia de Dios.

“Tolkien, junto a Lewis, contribuyó a una comprensión cristiana de la imaginación”, sentencia Colin Duriez, quien acaba de publicar en España su gran biografía J. R. R. Tolkien. Génesis de una leyenda (Rialp, 2013), en donde revela cómo fue Tolkien quien abrió los ojos de C. S. Lewis al cristianismo. Lo explica en términos similares Stratford Caldecott: “Tolkien y su amigo C. S. Lewis demostraron que un cuento de hadas o una narración mitológica pueden ser formas de acercarse a las verdades reveladas desde un ángulo nuevo e interesante”.

O, como añade Duriez, en mostrar la sabiduría de Dios en la génesis de un mundo alternativo –relatado en la inacabada El Silmarillion– y que desarrolla en El señor de los Anillos. Tanto Tolkien como Lewis creían –justo a mitad del siglo XX– que “Occidente se había vuelto postcristiano” y concibieron, por tanto, un mundo paralelo sin vínculos con el relato bíblico, pero que encerraba la razón verdadera de la fe que profesaron lúcidamente: el amor a Jesucristo.

“Son autores distintos, aunque les una el haber creado una exitosísima literatura fantástica. Pero Lewis tiene una faceta ensayística que no encontramos en Tolkien. Las creaciones de los mundos secundarios –Perelandra, Narnia… en el caso de Lewis– o la Tierra Media de Tolkien tienen amplísimas resonancias de la creación del mundo y de la imaginería cristiana; con influencias nórdicas, por supuesto”, afirma Pablo Gutiérrez Carreras, director ejecutivo del ambicioso Congreso Internacional que la Universidad CEU San Pablo ha dedicado esta semana a ambos autores, titulado Literatura fantástica: recreación y realismo.

“Una de las aportaciones fundamentales de ambos –añade Gutiérrez Carreras– ha sido la de establecer relatos, mitos, si se quiere, que, incluso para no creyentes, sirven para ilustrar los grandes misterios de la creación”.

Aunque la conmemoración del 40º aniversario de la muerte de Tolkien y el 50º de la muerte de Lewis se produjo a finales de 2013, ningún otro homenaje de los celebrados en España ha tenido la relevancia de este congreso, que ha reunido a los dos grandes investigadores de la “cuestión de Dios en C. S. Lewis” junto a los más significativos investigadores de la obra de Tolkien y sus raíces católicas.

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En el nº 2.884 de Vida Nueva

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