Velasio De Paolis: “Los legionarios también son víctimas de Maciel”

cardenal Velasio De Paolis, delegado pontificio de la Legión de Cristo en la apertura del capítulo general extraordinario 8 enero 2014

Delegado pontificio saliente de la Legión de Cristo

cardenal Velasio De Paolis, delegado pontificio de la Legión de Cristo en la apertura del capítulo general extraordinario 8 enero 2014

DARÍO MENOR (ROMA) | El cardenal Velasio De Paolis se despide de la Legión de Cristo. Delegado pontificio desde julio de 2010, acaba su mandato con el fin del capítulo general celebrado en Roma. De Paolis está satisfecho con el recorrido hecho hasta ahora, pero advierte a los legionarios del peligro de volver atrás. Considera una señal “de que se marcha por el buen camino” el documento en el que los padres capitulares piden perdón a las víctimas del fundador, Marcial Maciel, y reconocen todos sus pecados y delitos.

PREGUNTA.- ¿Se alegra de acabar su mandato?

RESPUESTA.- Estos legionarios le exigen a uno mucho. Son simpáticos, pero obstinados. Defienden con constancia y cabezonería las cosas en las que creen. Han sido tres años y medio, pero, si se tiene en cuenta desde donde partimos, con un instituto tan grande y que hemos debido operar con esta renovación en todos los ámbitos, se ve que se necesitaba más tiempo. El problema es que, cuando estas cosas duran demasiado, existe el riesgo de que se compliquen los problemas. Estoy contento de irme, no porque me haya encontrado mal, sino porque mi vida ha estado completamente tomada por esta responsabilidad. Hemos alcanzado las etapas fijadas. El trabajo está bien dirigido, pero debe proseguir. Empezarán una etapa nueva, en la que esperemos que no haya retornos. Los legionarios acaban de salir del túnel. Han hecho lo que debían, el capítulo marca el final de un período, de un camino penitencial. Es como la adolescencia: se quiere ir hacia adelante, pero hay grandes tentaciones de encerrarse en uno mismo. El adolescente quiere ser grande, pero, cuando empieza a estar solo, se da cuenta de que la vida es difícil y querría volver hacia atrás.cardenal Velasio De Paolis, delegado pontificio de la Legión de Cristo en la apertura del capítulo general extraordinario 8 enero 2014

P.- ¿Está el instituto preparado para caminar solo?

R.- No caminará solo, estará bajo la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

P.- ¿Le parece acertada la elección de Eduardo Robles Gil como nuevo director general?

R.- Había una cierta perplejidad, pero es una persona que supone un equilibrio entre las distintas almas. Es un buen hombre, no es arrogante ni agresivo. Pero no lo conozco mucho.

P.- ¿Cuáles son esas diversas almas dentro de la congregación?

R.- Las hay, pero se han acercado durante el capítulo, como se ve en el mensaje sobre el fundador.

Redimensionar la figura de Maciel

P.- ¿Le parece suficiente? ¿Cierra de una vez la cuestión de Marcial Maciel?

R.- Es importante reconocer la verdad de Maciel y redimensionar su figura, para que no sea considerado padre y maestro. Ese era el verdadero problema. Lo importante era dar un juicio definitivo por parte de los miembros del instituto. Al principio de nuestro camino, nos encontramos con que algunos no eran capaces de creer que hubiera hecho esas cosas, porque para ellos seguía siendo un hombre santo. Pensaban que eran calumnias. Estaban, por otro lado, aquellos con un juicio negativo opuesto, que pensaban que la figura de Maciel no permitía recuperar la orden. Si le demonizamos demasiado, nos costará decir que la Legión es una obra útil a la Iglesia. Pero, como te dije en otra entrevista, es un gran pecador, pero no un demonio. Quiso hacer una obra buena, luego no tuvo la capacidad, se equivocó y, en lugar de confesarlo, escondió el mal. Que hay cosas buenas en la Legión se ve por sus frutos. Dentro de ella hay sacerdotes santos, que ven que se han santificado bajo la guía de Maciel y se preguntan: “Si era un demonio, ¿cómo puede su obra ser buena?”. Se llega al mismo problema, pero desde un punto de vista opuesto. Nosotros no hemos intentado dar un juicio, eso se lo dejamos a Dios, pero sí un análisis objetivo sobre la verdad del fundador, el daño que ha hecho a la Iglesia y a la congregación. En eso el documento del capítulo era casi unánime. Un capítulo que se pronuncia así muestra que se ha superado ese escollo y que se marcha por el buen camino, si no hay un retorno.

“Es importante reconocer la verdad de Maciel
y redimensionar su figura, para
que no sea considerado padre y maestro.
Lo importante era dar un juicio definitivo
por parte de los miembros del instituto.
Un capítulo que se pronuncia así muestra que
se ha superado ese escollo”.

P.- ¿Por qué la Santa Sede ha impuesto a dos consejeros, uno de los cuales es, además, vicario general?

R.- Yo tampoco he entendido los motivos, aunque teóricamente se puede entender. Se hace un juicio positivo sobre el camino recorrido, pero con alguna perplejidad. Se espera a lo que elijan ellos, pero reservándose un cartucho por si se da la hipótesis de que sea un gobierno que no nos satisface del todo. En el capítulo lo tomaron bien. En las elecciones, cada uno tiene su opción prevalente, pero eso no significa que esté en contra de las otras opciones. Es una suerte, porque si tuviésemos que estar contentos solo con las personas que hemos elegido nosotros…

P.- ¿Cómo ve el futuro de la Legión?

R.- Me hubiera gustado seguir adelante con una cosa, pero no ha sido posible por el tiempo, que es el Regnum Christi. Al inicio no sabía ni lo que era. Comenzamos por los hechos de Maciel. Era lo más triste que se podía imaginar. Cuando pasamos a la Legión, encontramos a hombres santos. Luego llegamos al Regnum Christi, una realidad grande. Habrá que determinar ahora su autonomía. El escándalo no les ha hecho mella. El Regnum Christi es otro fruto de Maciel, no se puede negar. ¿Cómo se puede decir que es demoníaco? Hay que tener los ojos abiertos y no caer en los prejuicios. Tiene prejuicios tanto quien parte condenando como quien ve indicios de santidad. Lo importante es reconocer el mal. El camino que han recorrido en el documento del capítulo está claro. En el discurso entre víctima y carnicero, se piensa que sea la Legión este último, pero el malo fue Maciel y algunos en la Legión, no todos. Los legionarios han sufrido mucho. No es fácil pertenecer a un instituto sobre el que pesaba este clima de falta de confianza y de calumnia. Ellos son covíctimas de Maciel. Él hizo mucho daño, primero a las personas de las que abusó y maltrató, y luego a todos los legionarios.

En el nº 2.882 de Vida Nueva.

 

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