Francisco al Camino Neocatecumenal: “La comunión es esencial”

visita ad limina de los obispos de Austria con el papa Francisco febrero 2014

Braz de Aviz, prefecto de Vida Consagrada, admite que hay “otros” casos Maciel

intervención de Kiko Argüello durante la audiencia del Camino Neocatecumenal con papa Francisco 1 febrero 2014

Francisco pide al Camino Neocatecumental el “máximo cuidado” para “conservar la comunión”

ANTONIO PELAYO (ROMA) | Llegué al Aula Pablo VI treinta minutos antes del mediodía del sábado 1 de febrero, hora de la audiencia del papa Francisco con el Camino Neocatecumenal. Lo primero que me llamó la atención fue la enorme hilera de decenas de cochecitos de niño aparcados en los pasillos de entrada; nunca había visto nada igual. Cuando me instalé en la cornisa reservada a los periodistas, pude contemplar la sala repleta hasta la bandera y a numerosísimos padres con sus bebés en brazos o sentados sobre sus rodillas. La cifra oficial era la de 10.000 personas provenientes de todo el mundo, pero puede que fuesen más.

Como el Santo Padre se retrasó casi media hora, este tiempo de espera permitió a Kiko Argüello ensayar los cantos y hacer las presentaciones oportunas. Enumeró uno por uno a los once cardenales (entre ellos, Antonio María Rouco Varela y Antonio Cañizares Llovera) y a los más de cincuenta obispos presentes. El nombre de cada uno fue subrayado por un generoso aplauso de todos los presentes. Este se hizo atronador cuando llegó Jorge Mario Bergoglio, acogido con uno de los cánticos marianos del reportorio neocatecumenal.

Kiko, que actuó como maestro de ceremonias, presentó al Papa la fervorosa asamblea (centenares de sacerdotes, seminaristas, familias pertenecientes al Camino); todos se pusieron en pie para la solemne proclamación del “Evangelio del envío” (a la misión, se entiende), según el texto de Mateo 28, 16-20. Tomó después la palabra Francisco, quien agradeció “la alegría por vuestra fe y el ardor de vuestro testimonio”.

Luego quiso añadir algunas recomendaciones al Camino. La primera y más importante fue esta: “El Camino tiene su propio carisma, su propia dinámica, un don que, como todos los dones del Espíritu, tiene una profunda dimensión eclesial; esto significa ponerse a la escucha de la vida de las Iglesias a las que vuestros responsables os envían, valorar las riquezas, sufrir las deficiencias si es necesario y caminar juntos, como un único rebaño, bajo la dirección de los pastores de las Iglesias locales. La comunión es esencial; a veces puede ser mejor renunciar a vivir todos los detalles que vuestro itinerario exigiría, a fin de garantizar la unidad entre hermanos que forman la única comunidad eclesial, de la que debéis sentiros siempre parte”.papa Francisco con Kiko Argüello y neocatecumenales 1 febrero 2014

A continuación, tuvo lugar la bendición de los crucifijos que tenían en sus manos las cuarenta familias que, en esta ceremonia, iban a incorporarse a la missio ad gentes. Después, esas familias (cuyos destinos eran, entre otros países, China, Vietnam, Mongolia o la India) subieron ordenadamente hasta donde estaba el Papa, que las fue recibiendo una a una y sin prisas con la frase “la Cruz de Cristo os proteja en vuestra misión”. Hubo intercambios de besos, abrazos, regalos y gestos de auténtica familiaridad, mientras la asamblea entonaba cantos y aplaudía.

Con sus hermanos religiosos

Distinta, pero no menos fervorosa, fue la asamblea que se congregó el domingo 2 de febrero en la basílica de San Pedro para celebrar la festividad de la Presentación del Señor en el Templo y la XVIII Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Predominaban las religiosas pertenecientes al universo inconmensurable de sus congregaciones, órdenes e institutos, los religiosos sacerdotes o los hermanos y numerosos obispos provenientes del clero regular. Estaban presentes el cardenal João Braz de Aviz y José Rodríguez Carballo, respectivamente, prefecto y secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

Después de la tradicional bendición y procesión de las candelas, comenzó la celebración eucarística. El Pontífice –al fin al cabo, un religioso jesuita– centró su homilía en la idea del “encuentro” de Jesús con su pueblo y “del encuentro entre los jóvenes y los ancianos”: “Es un encuentro entre jóvenes llenos de alegría al observar la Ley del Señor y ancianos llenos de alegría por la acción del Espíritu Santo. Es un singular encuentro entre la observancia y la profecía, donde los jóvenes son los observantes y los ancianos son los profetas”.

“Jesús –añadió después, aplicando el “encuentro” a la Vida Religiosa– viene al encuentro con la Iglesia a través del carisma fundacional de cada Instituto. ¡Es hermoso pensar de esta manera en nuestra vocación! (…) También en la Vida Consagrada se vive el encuentro entre jóvenes y ancianos, entre observancia y profecía. ¡No las veamos como dos realidades opuestas! Dejemos más bien que el Espíritu Santo anime a ambas y el signo de esto sea la alegría: la gloria de observar, de caminar con una regla de vida; y la alegría de ser guiados por el Espíritu, sin ser nunca rígidos, cerrados, siempre abiertos a la voz de Dios, que habla, que abre, que conduce, que nos invita a andar hacia el horizonte”.

En una conferencia de prensa previa a la festividad, Braz de Aviz confirmó que el 2015 será consagrado a la Vida Consagrada; un año –afirmó– “pensado en el contexto de los 50 años del Concilio Vaticano II (…). Estamos convencidos de que, en estos cincuenta años, la Vida Consagrada ha recorrido un camino fecundo de renovación, no exento ciertamente de dificultades y fatigas”.

Por su parte, Rodríguez Carballo concretó que el Año de la Vida Consagrada se abrirá el 21 de noviembre del 2014 y se clausurará doce meses después, al cumplirse medio siglo de la promulgación del decreto conciliar Perfectae caritatis.

No dejó de llamar la atención que, durante el encuentro con los periodistas, el cardenal Braz de Aviz, no sin cierta audacia, reconociera que existen “otros” casos como el de Marcial Maciel, el fundador de la Legión de Cristo y del que se demostró que llevaba una vida oculta: “No todos los fundadores que traen a la Iglesia una hermosa gracia viven según la gracia que comunican. Esto lo debemos reconocer. Es feo, pero es así; por eso debemos distinguir las cosas. Este es un trabajo que estamos haciendo con mucho cuidado y no es fácil, es muy difícil”.

Respecto a los legionarios, una nota de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada reconocía que, por ahora, no se habían ocupado de su caso, ya que se nombró al cardenal Velasio De Paolis como delegado especial y están celebrando –con gran sigilo, debemos decir– su capítulo general extraordinario para elegir a su nuevo equipo director. “Si pasan [por la Legión] bajo nuestra competencia, sería un signo de que vuelven a la normalidad. Pero esta decisión depende solo del Santo Padre”.

visita ad limina de los obispos de Austria con el papa Francisco febrero 2014

El cardenal Schönborn encabezó la visita ‘ad limina’ de los obispos austríacos

Apretada agenda papal

Por otro lado, el Papa está desarrollando en estas semanas un actividad muy intensa, como si quisiera dedicarse de lleno a las tareas que le esperan con ocasión de la próxima reunión del “C-8” (el grupo de ocho cardenales que le ayudan en el gobierno de la Iglesia y en la reforma de la Curia), de la plenaria del colegio cardenalicio y del consistorio para el nombramiento de los 19 nuevos purpurados, que tendrá lugar este 22 de febrero.

Además, el jueves 30 recibió en visita ad limina a los obispos austríacos, a los que recordó que su Iglesia atraviesa “una fase difícil”, pero que “no puede encontrarnos inertes, sino alentar nuestros esfuerzos para una nueva evangelización, siempre necesaria (…). Precisamente, en nuestro tiempo, cuando parece que nos convertimos en un ‘pequeño rebaño’, estamos llamados a vivir como una comunidad que es la sal de la Tierra y la luz del mundo”. Ahora le llega el turno al Episcopado polaco, tan numeroso que será recibido en tandas sucesivas.

Entre tanto, el día 31, tuvo lugar la audiencia papal con los participantes en la Asamblea Plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que versó sobre la relación entre la fe y el sacramento del matrimonio.

“Se trata –les dijo Francisco– de una reflexión de gran importancia. Se sitúa en el surco de la invitación que ya había formulado Benedicto XVI sobre la necesidad de interrogarse más a fondo respecto a la relación entre la fe personal y la celebración del sacramento del matrimonio, sobre todo en el cambiado contexto cultural. (…) Quisiera también agradeceros vuestro compromiso al tratar problemáticas delicadas sobre los llamados delitos más graves, en concreto, los casos de abusos sexuales a menores por parte de algunos clérigos. Pensad en el bien de los niños y los jóvenes, que en la comunidad cristiana deben ser siempre protegidos y sostenidos en su crecimiento humano y espiritual”. De hecho, se plantea que la nueva Comisión de Protección Infantil se integre en Doctrina de la Fe.

En el nº 2.881 de Vida Nueva

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