Felipe Arizmendi: “Todavía se menosprecia a los indígenas”

Felipe Arizmendi, obispo de San Bartolomé de Las Casas

Obispo de San Cristóbal de Las Casas

Felipe Arizmendi, obispo de San Bartolomé de Las Casas

GILBERTO HERNÁNDEZ | Llegó a Chiapas, a hacerse cargo de la diócesis que había pastoreado Samuel Ruiz, en el año 2000. Y a pesar de los esfuerzos que dice que se han hecho, también él constata la “extrema marginación” en la que todavía viven las comunidades indígenas en México.

PREGUNTA.- ¿Qué lectura puede hacerse, cuando se cumplen ahora 20 años de la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), de este movimiento?

RESPUESTA.- Fue una expresión de rebeldía, de lucha por otro tipo de vida, de inconformidad por la miseria de los indígenas, de advertencia para el país por el olvido de tantos marginados, no solo en Chiapas, sino en todo el país.

P.- ¿Qué papel juega hoy en día el EZLN en la construcción del país, en el derecho de los pueblos originarios y en Chiapas?

R.- Empezó como movimiento armado; en la actualidad, es un movimiento social y político que lucha por las mismas causas, pero ya no militarmente. Su voz sigue siendo importante a la hora de promover el desarrollo integral de estos pueblos. Ahora que se está gestando una propuesta gubernamental para darle fuerza a los llamados Acuerdos de San Andrés, debería buscarse un mecanismo de diálogo con ellos para que su voz sea escuchada, así como la voz de otros pueblos indígenas.

P.- Hace dos décadas que irrumpió en la escena política internacional el EZLN, buscando satisfacer una serie de reivindicaciones para las poblaciones indígenas. ¿Qué situaciones detonaron aquella rebelión? ¿Siguen presentes hoy en día?

R.- En Chiapas, con Oaxaca, Guerrero y algunas partes de Veracruz, sigue siendo de extrema marginación en varios de sus municipios. El Gobierno, la Iglesia y la sociedad civil hemos hecho algunas cosas para que esto cambie, pero la brecha de la pobreza es enorme y los rezagos son seculares.

P.- ¿Qué situación viven los indígenas actualmente en la región?

R.- Es innegable que ha habido avances. Llevo 23 años en Chiapas, de los cuales casi 14 en la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, y hay más caminos y carreteras, más escuelas y clínicas, casi en todas partes hay luz y algún sistema de agua, las viviendas han mejorado… Sin embargo, sigue habiendo analfabetismo, carencias graves para atender la salud, falta de trabajo, abandono del campo, poca valoración de la mujer, migración hacia otros lugares, etcétera.

P.- ¿Qué avances se han tenido en las condiciones de vida de los pueblos indígenas después de la aparición del movimiento zapatista?

R.- El principal avance es la valoración de sí mismos que han hecho los indígenas; se consideran dueños del territorio, que tienen derechos, que su cultura vale, que no los pueden ignorar, que su voz debe ser tomada en cuenta. Desde luego que estos avances no se deben solamente al EZLN, sino que es un trabajo conjunto de muchos actores del Gobierno, de las Iglesias y de la sociedad.

P.- En el Estado, el movimiento zapatista tiene presencia en varias comunidades. ¿Cómo acompaña la Iglesia, particularmente la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, a esa población? ¿Cómo es su relación? ¿Qué acciones emprende?

R.- El EZLN tiene presencia en varias comunidades, a las cuales atendemos pastoralmente de una manera regular, sin ningún problema. No necesitamos acuerdos previos, sino que la comunidad es atendida sin distinguir si es de este movimiento o de otras organizaciones sociales o partidos políticos. La diócesis se esfuerza en atender a todos, y no estamos casados con una sola línea. Se imparten las catequesis presacramentales como en cualquier otro lugar donde no están ellos; celebramos los sacramentos para todos; hay catequistas, diáconos y servidores en todas partes. La gran mayoría de los miembros del EZLN son católicos y se les atiende como a todos.

P.- ¿Cuáles son las perspectivas de las diversas expresiones religiosas que se viven en la entidad?

R.- Seguimos trabajando por la inculturación de la Iglesia, por medio de la traducción de la Biblia y la liturgia a los idiomas nativos, con la atención a los signos autóctonos que son compatibles con la fe y con los ritos litúrgicos.

P.- ¿En qué momento se encuentra la pastoral indígena de la Iglesia católica?

R.- Aparecida dio un impulso a esta pastoral, aunque no en todas partes se la toma en cuenta. Hay todavía agentes de pastoral que ignoran y menosprecian a las personas indígenas y a sus culturas. Se han incrementado las vocaciones consagradas y sacerdotales indígenas, y en algunos seminarios se hacen esfuerzos para que no pierdan sus raíces. Estamos avanzando en la traducción bíblica y litúrgica del náhuatl, que hablan más de millón y medio de mexicanos, y que fue el idioma que habló la Virgen de Guadalupe.

En el nº 2.880 de Vida Nueva.

LEA TAMBIÉN:

Compartir