El abad de Montserrat defiende la celebración de una consulta en Cataluña

Josep Maria Soler, abad de Montserrat

Josep Maria Soler cree que “no es una cuestión partidista, sino ética”

Josep Maria Soler, abad de Montserrat

JORDI LLISTERRI (BARCELONA) | “La Iglesia en Cataluña puede avalar el derecho a decidir, no lo que se debe decidir”. Es el resumen que hizo el abad de Montserrat ante las insistentes preguntas del público sobre la posición de la Iglesia en el proceso soberanista que se vive en Cataluña. No es la primera vez que Josep Maria Soler manifiesta su apoyo a la celebración de una consulta. Pero, en esta oportunidad, tuvo mayor repercusión por expresarse, el pasado 23 de enero, en una tribuna del periódico El Punt Avui de Barcelona ante representantes de la política y de los medios de comunicación catalanes.

En su ponencia, el abad benedictino relató los argumentos que desde hace décadas y hasta la actualidad repiten los obispos catalanes y que reconocen como sujeto de derecho a la “nación catalana”. Esta doctrina, remarcó especialmente el abad, fue avalada por la Santa Sede con el reconocimiento de las resoluciones del Concilio Provincial Tarraconense de 1995.

También recordó que, más recientemente y en pleno debate sobre la consulta, los obispos catalanes han reiterado que, ante las propuestas concretas de la articulación política de Cataluña, “como pastores de la Iglesia no nos corresponde a nosotros optar por una determinada propuesta”, pero “defendemos la legitimidad moral de todas las opciones políticas que se basen en el respeto de la dignidad inalienable de las personas y de los pueblos”.

Así, para el abad Soler, la cuestión está en que, “si Cataluña es una nación, tiene derecho a expresarse sobre su futuro”, y que, “cuando otras instancias de Iglesia dicen que no, es porque consideran que Cataluña no es una nación”. Así, cree que “no estamos ante una cuestión partidista o una batalla estrictamente política, sino que en el fondo estamos ante una cuestión ética”. E insistió, citando al obispo Juan María Uriarte, que “ni la independencia de un pueblo ni la unidad del Estado son dogmas absolutos”.

Incomprensión de la CEE

Soler destacó la reiterada invitación de los obispos catalanes a las comunidades católicas del resto de España a acoger “una realidad nacional de Cataluña que es previa a la formación del actual Estado”. “Repetidamente se ha intentado, pero sin demasiado resultado”, lamentó. Y añadió que tal posición “no se ha visto comprendida por los documentos de la Conferencia Episcopal Española”, que, “sin entrar nunca a valorar el fondo de las reivindicaciones de la sociedad catalana y prescindiendo de los documentos de los obispos de Cataluña, ha ido repitiendo en 2002, 2006 y 2012, sin matices, la defensa de la unidad de España como un bien moral”.

Finalmente, también se mostró convencido de la diversidad de fuentes de información que tiene la Santa Sede sobre la realidad catalana: “Roma sabe lo que está pasando” en Cataluña, sostuvo.

En el nº 2.880 de Vida Nueva

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