El futuro de Venezuela pasa por la reconciliación

Diego Padrón, presidente de los obispos de Venezuela, y el presidente Nicolás Maduro

Los obispos abogan por el diálogo y el pluralismo para superar los problemas actuales

Diego Padrón, presidente de los obispos de Venezuela, y el presidente Nicolás Maduro

Diego Padrón, presidente de la CEV, y el presidente Maduro

J. L. CELADA | Las elecciones del 14 de abril (presidenciales) y del 8 de diciembre (municipales) del pasado año volvieron a poner al descubierto que la sociedad venezolana cuenta con “dos grandes sectores políticos, con iguales derechos y legítimas aspiraciones”. Una polarización social que, a juicio de los obispos, saca a la luz la “primera necesidad” del país: el “reencuentro de todos sus hijos, mediante el diálogo y la reconciliación nacional”. Su anhelo, compartido por la mayoría del pueblo, implica una convivencia fraterna, un respeto y aprecio mutuos, el reconocimiento del pluralismo, tolerancia…, todo aquello, en suma, en lo que “nos jugamos el futuro de Venezuela”.

Así queda reflejado en la exhortación pastoral dada a conocer por la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) al término de su 101ª Asamblea Ordinaria, celebrada en Caracas este mes de enero, una ocasión propicia para llevar a cabo “un discernimiento a la luz del Evangelio sobre los desafíos y oportunidades del país, y hacer un llamado a la conciencia de todos sobre nuestras responsabilidades en la construcción del bien común”.

Bajo el título Diálogo y pluralismo político, el documento episcopal arranca recordando el mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de este año, en el que el papa Francisco presenta “la fraternidad como un fundamento seguro para la construcción de la paz entre las naciones y en cada sociedad”.

En esta línea, los prelados valoran positivamente tanto la visita del presidente Nicolás Maduro al Pontífice como las reuniones entre altos funcionarios del Ejecutivo y representantes de la CEV, además de los encuentros del mandatario con gobernadores y alcaldes que no apoyan su proyecto político. Un diálogo necesario, pero que no será eficaz si no se acompaña de una “actitud permanente de búsqueda de soluciones de los problemas reales”, advierten los pastores, antes de reseñar algunos de esos “grandes problemas de la vida nacional”.

Asesinatos, sanidad precaria…

Inseguridad y salud son dos de sus preocupaciones, porque, a pesar de iniciativas como la misión ‘Por la Paz y por la Vida’ y el plan ‘Patria Segura’, los asesinatos “siguen enlutando los hogares venezolanos” y la atención sanitaria continúa siendo “precaria”. Vivienda y economía son otros de los aspectos en los que se detiene la exhortación episcopal, al constatar que, tras las inundaciones de 2010, “hay todavía muchísimas familias que siguen en refugios”.

Por si fuera poco, a juicio de los especialistas en materia económica, la situación del país en este año será “muy difícil”. El aumento de la deuda, la disminución de reservas o la creciente inflación se traducen en una “merma del poder adquisitivo del salario”, con las consiguientes dificultades para conseguir productos de primera necesidad y la angustia que esto genera entre la gente. Circunstancia que no pocos aprovechan “para la especulación, la usura y el contrabando, lo que rechazamos contundentemente”.

Igualmente inquietantes para los obispos son las políticas gubernamentales en materia de comunicación, cuyas limitaciones y censuras “van en contra de la libertad de expresión e información garantizada por la Constitución”; y en el campo educativo, donde se está tratando de imponer “un modelo único de educación, ideologizado y politizado”.

La jerarquía católica dedica otro apartado de su documento al ‘Plan de la Patria’, aprobado recientemente por la Asamblea Nacional, que “se quiere imponer a las instituciones sociales y a todos los ciudadanos”. Sin entrar a valorar sus aspectos positivos y negativos, los obispos llaman la atención sobre uno de los objetivos históricos del mismo: “Continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI”.

Y advierten sobre la ambigüedad del término “socialismo” cuando “descarta cualquier otra alternativa sociopolítica e ideológica e impone un pensamiento y un partido únicos”. Asimismo, llaman al Ejecutivo de Maduro a desistir de su intención de crear “gobiernos paralelos”, instancias que asumen funciones de las autoridades legítimamente elegidas. Un hecho “moralmente inaceptable”, como “todo lo que vaya contra la libertad, la justicia, los derechos humanos, sociales, civiles y políticos de los venezolanos”.

El texto concluye reiterando la necesidad de la reconciliación y el diálogo como actitudes para enfrentar los problemas actuales, y moviliza a toda la Iglesia católica (diócesis, parroquias, escuelas, comunidades religiosas y movimientos laicales) a crear “ámbitos de encuentro” para poder superar esas dificultades “de manera pacífica y democrática”.

En el nº 2.879 de Vida Nueva

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