Editorial

La pastoral del sida

Compartir

EDITORIAL VIDA NUEVA | Tres décadas después de su irrupción, el sida está dejando de ser una enfermedad que mata y estigmatiza a quien la padece. Desde el primer momento, la Iglesia cuidó de los enfermos cuando ni se conocían las vías de contagio.

Eso nunca fue problema, a pesar de lo cual, la imagen de su relación con esta pandemia es de intransigencia y condena por su negativa al uso del condón.

Sin embargo, la Iglesia se ha volcado tanto en el tratamiento médico como en la educación preventiva gracias al tesón de muchas congregaciones. Sus logros son indiscutibles.

Pero hay problemas pastorales que necesitarían una mayor clarificación, como el de las parejas discordantes, un limbo doctrinal que deja a muchas personas sin una respuesta clara.

En el nº 2.873 de Vida Nueva.

LEA TAMBIÉN:

Suscribirse a Vida Nueva [ir]