Ley y trampa del ideario

JUAN RUBIO, director de Vida Nueva | Una anécdota de antaño. Un grupo permanente de sabios se reunía en las oficinas de COPE para ver cómo afrontar la postura de Juan Pablo II ante la guerra de Irak. El Papa se había opuesto a la intervención norteamericana. Su precio tuvo que pagar.

El Boston Globe, alentado por intereses de la Administración Bush, soltó la zorra; y los tabloides se llenaron de viejas noticias sobre la pederastia en el clero. Pero eso es harina de otro costal.

Los responsables de COPE no sabían qué hacer ante el silencio de Jiménez Losantos sobre las palabras del Papa. Su respuesta fue clara: “En el ideario me dicen que no puedo meterme con el Papa y, si dijera mi opinion, tendría que ir en contra de él”. Y acudieron a la más alta instancia eclesiástica, que aludió a cómo hay situaciones que hay que verlas desde la realidad de cada país, justificando así el silencio del periodista y la decisión de Aznar en Las Azores. Había que respetar el ideario silenciando la voz del Papa contra aquella guerra.

Hay cosas que solo se entienden desde cada lugar y cada tierra. Los obispos catalanes, al quejarse del tono de 13 TV, piden que se respete el ideario. Hay cosas que solo se entienden desde cada tierra.

director.vidanueva@ppc-editorial.com

En el nº 2.873 de Vida Nueva

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