Fin del Año de la fe, con un llamamiento a la centralidad de Cristo

papa Francisco en la clausura del Año de la fe besa las reliquias de San Pedro 24 noviembre 2013

Durante la clausura en Roma, el papa Francisco muestra las reliquias de san Pedro

papa Francisco en la clausura del Año de la fe besa las reliquias de San Pedro 24 noviembre 2013

El Papa besa las reliquias de san Pedro

ÁLVARO ESPINOSA MALAGÓN | El papa Francisco ha presidido este domingo 24 de noviembre, en la Plaza de San Pedro, la Misa por la Solemnidad de Cristo Rey del Universo, clausurando así el Año de la Fe. Pese al frío y la amenaza de lluvia, miles de personas de todos los continentes acudieron para participar en la celebración. El cierre del Annus Fidei deja 8,5 millones de peregrinos en la ciudad de Roma y una imagen nunca vista, las reliquias de San Pedro. El Pontífice, además, ha lanzado un mensaje de apoyo a los cristianos de Oriente.

El Año de la Fe fue inaugurado por Benedicto XVI el 11 de octubre de 2012, con el objetivo de reavivar la fe, y nos ha dejado la renuncia de un pontífice y la llegada de otro, además de ocho millones y medio de peregrinos en la ciudad de Roma, a lo largo de las distintas ceremonias que se han celebrado en estos 13 meses, según datos del Vaticano.

En la misa estuvieron presentes los patriarcas y arzobispos mayores de las Iglesias orientales católicas, a los que el Papa saludó de manera fraternal, y resaltó “que han confesado el nombre de Cristo con una fidelidad ejemplar, pagando con frecuencia un alto precio”. Además, recordó la persecución que sufren los cristianos en Tierra Santa, Siria y Oriente.

Junto al altar donde se ofreció la Misa, se expusieron por primera vez las reliquias del apóstol Pedro, primer papa, crucificado en la ciudad de Roma.

papa Francisco en la clausura del Año de la fe 24 noviembre 2013

“Jesús nos da esperanza”

La lectura bíblica que glosó Francisco giró en torno a “la centralidad de Cristo. Cristo está al centro. Cristo es el centro. Cristo centro de la creación, del pueblo y de la historia”.

El Pontífice señaló que san Pablo presenta a Cristo “como el Primogénito de toda la creación: en Él, por medio de Él y en vista de Él fueron creadas todas las cosas. Él es el centro de todo, es el principio”.

Realizó referencias a la centralidad del pueblo: “Cristo, descendiente del rey David, es precisamente el ‘hermano’ alrededor del cual se constituye el pueblo, que cuida de su pueblo, de todos nosotros, a precio de su vida. En Él nosotros somos uno: un solo pueblo; unidos a Él, participamos de un solo camino, un solo destino. Solamente en Él, en Él como centro, tenemos la identidad como pueblo”.

Como último punto, el Papa dijo que “Cristo es el centro de la historia de la humanidad y también el centro de la historia de todo hombre”. A Él podemos referir las alegrías y las esperanzas, las tristezas y las angustias que entretejen nuestra vida. Cuando Jesús es el centro, incluso los momentos más oscuros de nuestra existencia se iluminan, y nos da esperanza, como le sucedió al buen ladrón en el Evangelio de hoy”.

Como cada domingo, el Santo Padre ha finalizado con la oración del Angelus. Durante el recorrido por la plaza y hasta la Vía de la Conciliazione, Francisco ha saludado y bendecido a los fieles que han querido participar junto al sucesor de Pedro en esta celebración.

‘Evangelii gaudium’, primera exhortación apostólica

Al final de esta, Francisco realizó la entrega simbólica de su primera exhortación apostólica, Evangelii gaudium, a 36 representantes del pueblo de Dios de 18 países. Su contenido íntegro será conocido mañana, martes 26 de noviembre.

Crónica íntegra de Antonio Pelayo (solo para suscriptores)

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