Los obispos franceses buscan sacerdotes más misioneros y modélicos

presidencia de los obispos franceses

La Asamblea Plenaria, reunida en Lourdes, asume los reclamos del Papa

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Presidencia del Episcopado galo. En el centro, el arzobispo Pontier

Los obispos franceses buscan sacerdotes más misioneros y modélicos [extracto]

JOSÉ LUIS CELADA | La Iglesia francesa “necesita sacerdotes misioneros que vivan como modelos del pueblo que les ha sido confiado”. Este es el deseo expresado por el presidente del Episcopado galo y arzobispo de Marsella, Georges Pontier, durante la clausura de la Asamblea Plenaria, celebrada en Lourdes del 5 al 10 de noviembre.

El matrimonio, el aborto, el presente y el futuro de Europa y la formación sacerdotal fueron los principales temas abordados por los obispos durante el encuentro, que fue “una bella experiencia de intercambio, de oración y de discernimiento espiritual y pastoral”, en palabras del propio Pontier.

El presidente de la Conferencia Episcopal de Francia (CEF) destacó, en primer lugar, el trabajo que realizan hoy las comunidades cristianas acompañando a quienes celebran el sacramento del matrimonio, y subrayó la necesidad de permitir a los futuros esposos que manifiesten con “las palabras justas la experiencia de su amor humano, que precisen su proyecto de vida en común y que adquieran confianza en su capacidad para perdurar en este proyecto abierto a la acogida de los hijos”.

Por lo que respecta al aborto, Pontier advirtió que no debe “ser reducido a un acto trivial” y, recordando la necesidad de tener en cuenta el sufrimiento de las mujeres, señaló que “no queda indemne”.

En este sentido, los prelados reafirmaron que la interrupción voluntaria del embarazo no es portadora de una “libertad profunda” para la madre, al tiempo que constataron que aún queda mucho camino por delante para que “prevalezca una cultura de la vida”.

Para lograrlo, es preciso contribuir a una mejor educación afectiva de los jóvenes, que “les haga percibir la grandeza del cuerpo humano y la de una vida afectiva responsable, en una relación llena de respeto a la otra persona, de compromiso con ella, de ternura, de amor y de apertura al don de la vida”, afirmaron los participantes en la Plenaria.

En Lourdes también hablaron de las elecciones al Parlamento Europeo (22-25 de mayo de 2014) en los 28 países de la Unión Europea. A propósito de esta cita con las urnas, Pontier elogió el “bello proyecto de paz y solidaridad” que representa la construcción europea, por lo que llamó a los habitantes del continente a no convertir a esta comunidad de estados en el “chivo expiatorio” de la crisis, invitándoles a tomar decisiones electorales que “hagan avanzar a Europa hacia un futuro mejor para un mayor número de personas”.

Como ya anunció el presidente de la CEF al inicio de la Asamblea, uno de los puntos prioritarios de la agenda fue el de la formación de los futuros presbíteros, porque “queremos preparar –dijo– a los sacerdotes que asumirán el cuidado pastoral en las condiciones que viven hoy nuestras diócesis”.

A su juicio, la Iglesia necesita pastores “misioneros”, que se erijan en referentes de la grey que tienen a su cargo. Y, siguiendo la senda marcada por el papa Francisco, el arzobispo de Marsella defendió que los candidatos al ministerio lleven “una vida verdaderamente fraterna, sean unos apasionados de Cristo para entregar toda su vida por el Evangelio y estén atentos a los que sufren y a cuantos se encuentran en las periferias”.

Un programa ‘à l’air’ de Francisco

Ya desde el discurso de apertura de su última Plenaria, los obispos franceses trazaron su programa pastoral “animados” por el estilo que Francisco está imprimiendo a su pontificado, haciendo suya la recomendación papal de “llevar una vida sencilla en lo personal” y de lograr una Iglesia donde “la pobreza elegida ocupe el lugar que le corresponde”.

Por boca de su presidente y arzobispo de Marsella, los participantes se comprometieron también a emprender una evangelización valiente, “saliendo de nuestras comunidades para vivir con audacia el anuncio del amor de Dios a todos los hombres”.

En consonancia con los llamamientos del Papa, Georges Pontier exhortó luego a sus hermanos en el episcopado a salir en defensa de los más débiles de nuestra sociedad, especialmente los pobres, los niños y los inmigrantes.

Y, en alusión a hechos recientes sobre “la suerte que han corrido gentes de origen búlgaro o rumano que han venido a vivir a nuestro país”, lamentó la falta de interés de las autoridades por estos inmigrantes, advirtiendo que, “cuando no se quiere ser hermano de los más desfavorecidos, se les estigmatiza, después se les aleja y, finalmente, se les ignora”.

En el nº 2.872 de Vida Nueva

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