Los jóvenes necesitan de la Iglesia para creer en Dios

XII Escuela de Pastoral con Jóvenes noviembre 2013

Madrid acogió una nueva edición de la Escuela de Pastoral con Jóvenes

XII Escuela de Pastoral con Jóvenes noviembre 2013

ÁLVARO CHORDI | Más de 200 agentes de pastoral de toda España asistieron a la XII Escuela de Pastoral con Jóvenes (EPJ) –organizada por Acción Católica, Adsis, Delegación Diocesana de Pastoral de Juventud y Universitaria de León, Escolapios, Institución Teresiana, La Salle, Marianistas y Salesianos–, que se celebró los pasados días 16 y 17 de noviembre en Madrid.

Con el lema Dios nos reúne, con un mismo latido, las jornadas se centraron en la dimensión eclesial de la fe y en la comunión. Como explica Eloísa Montero, responsable de los jóvenes de la Institución Teresiana, “no vale con repartir escasez y reducirnos, sino más bien de concentrar esfuerzos, como así ha ocurrido en esta Escuela de Pastoral”.

La mañana del día 16 contó con la participación de Alfredo Delgado, experto en Biblia y Pastoral, y del grupo musical 4+[UNO]. Delgado fue alternando su exposición con respuestas a las preguntas de los propios jóvenes en torno a los retos que los agentes de pastoral tienen ante la vivencia comunitaria y eclesial de estos. Propuso algunas líneas de trabajo, como partir de la realidad de los jóvenes para hablarles de Jesús.

En este sentido, este sacerdote de Adsis hizo hincapié en la urgencia de formarse, de conocer la Escritura: “Jesús ha traído una nueva manera de relacionarnos, y está en el Evangelio”, señaló.

Un espacio que se consolida

Los organizadores consiguieron hacer emerger el conocimiento y la experiencia de comunión eclesial que los jóvenes traían de sus lugares de origen. Así, ese mismo día los jóvenes tomaron la palabra y todo el auditorio se convirtió en protagonista, enredándose y enriqueciéndose mediante la reflexión personal y compartida de las fortalezas y las debilidades de la eclesialidad de la fe y la comunión eclesial, la meditación del relato de Emaús, la comunicación de modos concretos de vivir la comunión y la celebración de su vivencia de ser convocados por “Dios”, que “nos reúne” para descubrir el arte de danzar juntos y de sentir con la Iglesia “con un mismo latido”.

El día 17 giró en torno a una catequesis vivencial sobre la Eucaristía, como sacramento de la unidad y vínculo de la caridad. El escolapio Carles Such, director de la Revista de Pastoral Juvenil, e Iñaki Sarasua, asistente de Pastoral de los marianistas, explicaron las claves de la Eucaristía como fuente y cima de la experiencia de fe. La Eucaristía fue el epílogo de la XII Escuela de Pastoral.

Una Escuela de Pastoral que se consolida como un espacio compartido en el que los distintos carismas se ponen en juego al servicio del bien común. Para el salesiano Iván Poza, “lo más importante es conocer a diferentes movimientos de la Iglesia que, en sintonía con nosotros, están trabajando con los jóvenes y su proceso de maduración en la fe”.

Eva Ceñal, carmelita de la Caridad Vedruna, insiste en la “buena noticia” que supone la EPJ “y el hecho de poder reunirnos diferentes congregaciones, movimientos y diócesis para compartir el deseo que tenemos de vivir en comunión en medio de las dificultades pastorales”.

Mercedes Méndez, religiosa de la Asunción y miembro del equipo de la Delegación de Pastoral de Juventud y Universitaria de la Diócesis de León, piensa que la EPJ constituye un ejemplo de que la comunión y el trabajo conjunto son posibles.

Finalizada la EPJ, queda para los asistentes “el reto de la formación personal y la gran tarea de ponerse a ello, poder llevar a cabo iniciativas locales de trabajo y reflexión conjunta que nos ayuden a romper la barrera de lo tuyo y lo mío para construir lo nuestro sin miedo, con trabajos en equipo, aportando lo de cada uno”, como propone Hauche González, un joven de las comunidades Adsis que desarrolla su labor pastoral como acompañante de voluntariado en un proyecto con jóvenes inmigrantes.

Merche Solar, educadora social que trabaja con las salesianas, se queda, por su parte, con la idea de que “dos más dos son cinco, con Jesús cambiando las matemáticas, y que la comunión no resta, sino que suma, que debemos trabajar por aquello que nos une y no por aquello que nos diferencia”.

La siguiente convocatoria propondrá iniciar a los jóvenes en su compromiso con la realidad en la que viven, acogiendo a Dios que anuncia y practica la misericordia en el mundo, especialmente en los pobres.

En el nº 2.872 de Vida Nueva

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