UNIJES pone sobre la mesa propuestas cristianas para tiempos de crisis

Stefano Zamagni en el simposio en la Universidad Loyola Andalucía sobre Simposio de Pensamiento Social Cristiano organizado por UNIJES noviembre 2013

Stefano Zamagni, asesor económico de los últimos papas, participa en un simposio de la Universidad Loyola Andalucía

Stefano Zamagni en el simposio en la Universidad Loyola Andalucía sobre Simposio de Pensamiento Social Cristiano organizado por UNIJES noviembre 2013

Zamagni durante su intervención en la Universidad Loyola

MANUEL LÓPEZ-CAQUETE (SEVILLA) | Los días 7 y 8 de noviembre tuvo lugar, en el campus de Sevilla de la Universidad Loyola Andalucía, el I Simposio de Pensamiento Social Cristiano, con el título Propuestas en tiempos de crisis. Organizado por UNIJES-Universidades jesuitas, el evento contó la presencia de más de cincuenta participantes.

La conferencia inaugural, Propuestas históricas del Pensamiento Social Cristiano en tiempos de crisis económica, corrió a cargo de Ildefonso Camacho, sj, profesor de Moral en la Facultad de Teología de Granada.

A lo largo del día 8, fueron presentadas catorce comunicaciones, elaboradas por profesores provenientes en su mayoría de distintas universidades jesuitas, y distribuidas en tres bloques: crisis económica, economía civil y democracia mundial.

Ese mismo día, se pronunciaron otras dos ponencias. Una, a cargo de Pedro Rivas, profesor de Ciencia Política en la Universidad Loyola Andalucía, con el título de Democracias y crisis mundiales. La otra, impartida por Stefano Zamagni, catedrático de Economía en la Universidad de Bolonia, consultor de Justicia y Paz, y estrecho colaborador de los tres últimos papas en materia de Doctrina Social de la Iglesia. En La economía del bien común, título de su ponencia, planteó una confrontación entre la economía política y la economía civil.

Según Zamagni, la economía política se basa en dos principios: el primero es el de intercambio de equivalentes, el más habitual en los mercados, y cuyo propósito es la maximización de la eficiencia; el segundo es el de redistribución, atribuido al Estado, que pretende mejorar la equidad desde una lógica de justicia distributiva. Pero crisis como la actual revelan que este paradigma de la economía política es insuficiente.

Por eso es preciso incorporar un tercer principio, el de reciprocidad, cuyo objetivo es la concreción de la fraternidad. Este es el paradigma de la economía civil, de raíces cristianas, que no pretende ir contra la economía política, sino inspirar una sociedad basada en la fraternidad.

Para Zamagni, después de la modernidad, la economía política acabó expulsando la ética de su ámbito de investigación, convirtiéndose en una rama del saber éticamente neutral. De este modo, su único objetivo pasó a ser la maximización del interés particular, excluyendo toda perspectiva relacional y, por tanto, toda conexión con la felicidad humana. Es decir, la economía surgida de la modernidad se va convirtiendo paulatinamente en una “ciencia triste”.

El proceso de evolución posterior de la ciencia económica nos ha conducido a la actual crisis de valores, la cual demuestra el fracaso del turbocapitalismo. Su lógica es la de la competencia posicional, donde el triunfo de los más fuertes se basa en el fracaso de los más débiles.

En cambio, la economía civil ofrece una nueva lógica en la que actores económicos, guiados por principios distintos de la maximización de la utilidad particular, puedan participar también en el mercado, de modo que se produzca una humanización “por contagio” de las instituciones económicas.

Concluyó Zamagni afirmando que, desde que se publicaran los trabajos de Richard Easterlin sobre La paradoja de la felicidad (1974), la ciencia económica ha desmontado que felicidad sea igual a utilidad. La utilidad tiene que ver con relaciones entre objetos; en cambio, la felicidad requiere la relación entre personas. Por ese motivo, la economía debe recuperar el componente relacional.

El simposio fue clausurado por José Sols, director de la Cátedra de Ética y Pensamiento Cristiano del IQS (Universitat Ramon Llull de Barcelona) y por Jaime Oraá, presidente de UNIJES.

La ‘economía del bien común’, en la UPSA

La víspera de su presencia en Sevilla, Stefano Zamagni había participado el día 7, en Salamanca, en un un seminario sobre la responsabilidad de las empresas y las instituciones en la “economía del bien común”, organizado por la UPSA.

En su intervención, el también profesor de la John Hopkins University, desarrolló su teoría sobre la economía civil, una propuesta, como se muestra en su libro Por una economía del Bien Común (Editorial Ciudad Nueva), para construir un nuevo modelo económico que considere el interés general, que valore la idea de comunidad, que persiga el bien de la sociedad y que, llevada al terreno político, la propuesta se transforma en una vigorosa apuesta por la democracia deliberativa, informa la UPSA.

En el nº 2.871 de Vida Nueva

Compartir