“La Vida Religiosa hace creíble el anuncio del Evangelio”

Elías Royón se despide como presidente de CONFER con un emotivo discurso

inauguración de la XX Asamblea General de CONFER 12 noviembre 2013

FRAN OTERO. Fotos: ENRIQUE LAPIDO | En el salón de actos de la casa de la Congregación de Hermanas del Amor de Dios, el pasado martes 12 de noviembre, no cabía un alfiler. Allí se dieron cita los superiores y superioras provinciales de las distintas congregaciones religiosas presentes en España para participar en la 20ª Asamblea General de CONFER, un evento que será decisivo, ya que elegirá al sucesor del jesuita Elías Royón al frente de esta institución tan importante para la Vida Religiosa (VR). Al cierre de esta edición, estaban sobre la mesa los candidatos: Luis Ángel de las Heras, claretiano; y Jesús Miguel Zamora, de La Salle .

El propio Royón dirigió, en la apertura, un emotivo discurso a un auditorio que le reconoció su trabajo y dedicación con un largo aplauso que llegó a desatar alguna que otra lágrima del protagonista.

Fiel a su estilo, en sus palabras no hubo una defensa de su legado ni siquiera una enumeración de los logros conseguidos, sino un discurso ordinario que puso el foco en los acontecimientos que ha vivido la Iglesia en los últimos años y en los principales retos de la VR y la Iglesia en la sociedad de hoy. También se refirió, al hilo del tema de la Asamblea, Para que el mundo crea, a la comunión eclesial, pero, sobre todo, reivindicó el papel de la VR como testimonio creíble en la sociedad.

Del año transcurrido entre esta asamblea y la anterior, Elías Royón no se olvidó de comentar la renuncia del papa Benedicto XVI y la elección de Francisco, dos hechos que, en su opinión, “están marcando fuertemente la historia actual de la Iglesia y su presencia evangelizadora en el mundo”.

“Un papa que renuncia en un gesto profético de escucha en su conciencia a la voluntad de Dios, que concede más importancia al bien de la Iglesia que a su imagen y a su gloria. Un nuevo papa en quien abundan los gestos y las palabras que nos remiten a la sencillez y radicalidad del Evangelio, palabras claras que todos entienden, una profecía humilde que nos llama a todos a la conversión, a un cambio del corazón antes que de las estructuras”.

De Francisco también destacó sus mensajes en Río de Janeiro, durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), sobre todo en los que dirigió a obispos y consagrados: “Habló de una Iglesia que acompaña, que va más allá del mero escuchar, que se pone en marcha con la gente, instó a promover una cultura del encuentro frente a una cultura de la exclusión, a ser servidores de la comunión y del encuentro. (…) La VR debe sentirse interpelada por estas palabras. Entiendo que su recepción gozosa debe ser eficaz, y sin duda nos ayudará y fortalecerá en el camino emprendido de revitalizar nuestra vida y misión desde lo esencial”.asistentes a la inauguración de la XX Asamblea General CONFER 12 noviembre 2013

La cuestión de la comunión, tema principal de la Asamblea, también fue abordada por Elías Royón, sobre todo porque durante los trabajos se abordará el documento, recientemente aprobado por la Conferencia Episcopal Española (CEE), Iglesia particular y Vida Consagrada. Cauces operativos para facilitar las relaciones mutuas entre obispos y la Vida Consagrada de la Iglesia en España. “En este contexto, me siento en la gozosa responsabilidad de volver a afirmar que CONFER continúa antenta a la consecución de uno de sus objetivos institucionales: la construcción de la comunión, tanto en el interior de la Vida Religiosa como en la comunidad eclesial”.

Espiritualidad de comunión

Según dijo, la comunión nunca estará terminada, ni será perfecta, pero “el objetivo debería ser estar constantemente comprometidos para construirla juntos, porque se cree en su necesidad evangelizadora”.

También recalcó la importancia de la espiritualidad de comunión, o lo que es lo mismo, “una mirada desde el aprecio y la bondad, lejos de prejuicios, desde el deseo de buscar la verdad. Porque quien busca problemas, encuentra problemas; quien busca al hermano, encuentra la comunión del Espíritu, la comunión del amor”.

Tomando las enseñanzas de la carta apostólica Novo Millennio Ineunte, de Juan Pablo II, Royón expuso las exigencias en el cultivo de la comunión. En primer lugar, señaló que la comunión no debe ser solo una palabra de laboratorio, sino también una palabra de frontera, “a donde hay que ir y quedarse a vivir en ella, de tal modo que nos llegue a cambiar nuestro modo de pensar, decir y obrar”.

La segunda exigencia afecta a la evangelización, pues la comunión “será siempre un testimonio para nuestra sociedad y, por ello, una fuerza atractiva que conduce a Cristo”.

Por ello, el presidente saliente de CONFER volvió a mostrar la disposición de la VR a trabajar por la unidad en la caridad y la verdad, y destacó cómo contribuyen a ello las reuniones entre obispos y superiores. “He sido testigo de esta evolución y he podido comprobar cómo ha crecido la confianza en las relaciones mutuas. Existe en los pastores y en los superiores interés y voluntad de concederles, cada vez más, un marcado aspecto de comunión misionera, donde sea posible examinar y dialogar sobre las relaciones y la colaboración pastoral en las Iglesias particulares. Aunque no podemos ocultar que todavía falta confianza y diálogo en las relaciones y sobran prejuicios mutuos y decisiones sin dialogar”.

Finalmente, y al igual que el año anterior, Royón dedicó una gran parte de su intervención a hablar sobre la crisis social y económica que vive España. “Si bien es cierto que están mejorando las cifras macroeconómicas, también es cierto que la pobreza y la fractura social están aumentando. El Informe de Cáritas de hace unas semanas ponía el acento en una de las consecuencias más dramáticas de esta crisis, que debería preocupar fuertemente a los poderes públicos: la familia”, analizó.

Tras reconocer la respuesta generosa e imaginativa de la VR ante esta situación concreta, añadió que “no podemos permanecer insensibles ante una situación que se prolonga hasta hacerse insoportable, y que está provocando una falta de horizonte y perspectivas”.

En la apertura también participaron el nuncio apostólico en España, Renzo Fratini, y el obispo de Santander y presidente de la Comisión Episcopal de Vida Consagrada, Vicente Jiménez Zamora, así como el obispo de Tarazona y agustino recoleto, Eusebio Hernández.

Jiménez Zamora reconoció y agradeció la labor que realiza la VR, de la que dijo que es “don precioso y necesario”. También habló sobre la comunión, que “no puede reducirse solo a cuestiones organizativas o a temas referentes al ejercicio de la potestad”.

“El sentido de la comunión en la Iglesia y su realización no significan uniformidad, pues los dones del Espíritu se encarnan en la variedad de carismas y de estados de vida. Pero, dentro de esta variedad, han de existir aquellos elementos sin los cuales la Iglesia deja de ser una”, concluyó.

Por su parte, Renzo Fratini elogió el papel de la VR: “Es testimonio de la pobreza y la humildad. Sin la VR, la Iglesia perdería visibilidad y testimonio”. Además, dijo, en una bella metáfora, que la VR es el corazón de la Iglesia, y el corazón “es el primero que vive y el último que muere”. Finalmente, mostró “sentimientos de gratitud” a Elías Royón por la labor realizada durante los últimos años; un trabajo que Vicente Jiménez definió como “intenso y fructífero”.

En el nº 2.871 de Vida Nueva.

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