Lorenzo Baldisseri: “La colegialidad toca a los obispos, no a toda la Iglesia”

Nuevo secretario general del Sínodo de los Obispos

Lorenzo Baldisseri, nuevo secretario general del Sínodo de los Obispos

Texto y fotos: DARÍO MENOR | El Sínodo de los Obispos es la primera institución vaticana que reformará Francisco, quien pretende convertirlo en el órgano representativo de la colegialidad de los prelados con el Papa. El primer paso vino con la reciente sustitución de su secretario general: el arzobispo croata Nikola Eterovic dejó su puesto al arzobispo italiano Lorenzo Baldisseri.

Diplomático vaticano y secretario del Colegio Cardenalicio, Baldisseri adelanta algunas de las posibles novedades en el Sínodo y analiza el tema de la asamblea del año que viene, sobre la pastoral familiar.

PREGUNTA.- ¿Cómo será la reforma del Sínodo de los Obispos?

RESPUESTA.- Desde el inicio de su pontificado, el Santo Padre ha hablado de la necesidad de que haya una colaboración más estrecha del episcopado mundial en el gobierno de la Iglesia. Naturalmente, con la fórmula clásica cum Petro et sub Petro, subrayando en este momento el cum Petro. En estos últimos meses, ha madurado la idea de una asamblea extraordinaria sobre los desafíos de la pastoral de la familia en el contexto de la evangelización. Este tema se trató en 1981 en la exhortación apostólica Familiaris Consortio. Han pasado ya más de 30 años y la sociedad y la familia han evolucionado. La revisión está comenzando, aún no sabemos cómo será.

P.- El papel de los laicos en el Sínodo es muy reducido. ¿Existe la posibilidad de darles más hueco en esta institución? ¿Habría que crear un Sínodo para laicos?

R.- Ya existe un Pontificio Consejo para los Laicos en la Curia romana. Al contrario, el Sínodo es un organismo de obispos. La colegialidad toca a los obispos, no a toda la Iglesia. El Sínodo seguirá siendo de los obispos. No hay espacio para otra cosa.

Divorciados vueltos a casar

P.- Hay muchas expectativas puestas en el Sínodo respecto a la cuestión de los divorciados vueltos a casar y su posible acceso a la comunión…

R.- Es un tema que, ciertamente, será afrontado, porque está claro que este problema existe. El Santo Padre quiere que se hable de la familia y de este tema, pero dentro de un contexto. El próximo Sínodo extraordinario será una primera etapa que tendrá su continuación en 2015, con la asamblea general ordinaria en la que, entre otras cosas, se conmemorarán los 50 años del organismo. La palabra “sínodo” significa caminar juntos, por etapas. En el transcurso del camino, algunos temas irán madurando y se podrán definir. Otros no. Hay que aplicar los principios de la doctrina a la realidad de hoy.

P.- ¿Qué consecuencias puede tener la esperada reflexión sobre la nulidad de los matrimonios? ¿Se pretende que haya menos matrimonios, pero formados por personas más convencidas de lo que significa este sacramento?

R.- Se insistirá sobre la preparación al matrimonio. Hay que ver si realmente se prepara a los novios para asumir las responsabilidades del sacramento. Está claro que puede haber consecuencias. Si no hay una conciencia de lo que significa, se abre una eventual posibilidad para ver si hay o no matrimonio. Hay que casarse por la Iglesia porque se tiene fe.

Entrevista con Lorenzo Baldiserri [íntegra solo suscriptores]

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En el nº 2.869 de Vida Nueva.

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