La Vida Religiosa se vuelca con los jóvenes

Gran participación en las Jornadas de Pastoral Juvenil Vocacional de CONFER

Jornadas de Pastoral Juvenil Vocacional de CONFER bajo el lema Creo en ti octubre 2013

El obispo Raúl Berzosa charlando con varios jóvenes

FRAN OTERO. Fotos: CONFER | Un año más, y ya van 48, CONFER ha organizado las Jornadas de Pastoral Juvenil Vocacional, y de nuevo han sido un gran éxito. Así lo confirman los cientos de participantes y también las reflexiones y el debate producidos durante los días 25, 26 y 27 de octubre en Madrid. Unas Jornadas que, bajo el título Creo en ti, vuelven a reafirmar el compromiso de la Vida Religiosa (VR) con los más jóvenes, con su crecimiento espiritual y personal. Un empezar de nuevo, ante una situación nueva que preocupa, pero que está llena de oportunidades.

Todo esto se ha puesto de manifiesto en las intervenciones y en el ambiente general de esta cita anual. Por lo que se pudo ver y escuchar en el Colegio Nuestra Señora del Recuerdo, los religiosos y religiosas tienen, o al menos la buscan, una visión positiva de los jóvenes; se han decidido a vivir con ellos, a acompañarles y escucharles, a dejar a un lado las visiones particulares y a ofrecerles espacio.

Y es que, como afirmó Cristina Menéndez, de ADSIS, en la primera ponencia, “lo que para nosotros es natural, choca a los jóvenes”. Menéndez, que intentó mostrar En qué creen lo jóvenes que creen, dijo que “nos cuesta plantearnos si somos nosotros los que tenemos que cambiar”, cuya clave es “dejarse guiar por el Espíritu”.

Por su parte, el sacerdote Luis González-Carvajal incidió en la propuesta de fe que, en su opinión, debe seguir siete reglas: hablar en ‘cristiano’, “que se nos entienda”; vigilar lo que decimos sin palabras; devolver la novedad a las verdades de la fe; prestar atención a la cultura de los jóvenes; jerarquizar las verdades de la fe; saborear las verdades de la fe; y descansar.

Sobre esta misma cuestión, Carles Such, escolapio y director de la Revista de Pastoral Juvenil, afirmó que, antes de la propuesta, hay que acercarse a los jóvenes, cambiar la mirada que tenemos sobre ellos.

“O cambiamos radicalmente la mirada que tenemos sobre los jóvenes, o no pretendamos que nos presten atención. Adquirir una visión positiva de la realidad, no defensiva ni combativa. Aceptarlos como personas humanas, como verdaderos hijos de Dios”, afirmó.

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En el nº 2.869 de Vida Nueva.

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