La UPSA celebra un acto académico sobre la ‘Lumen fidei’

acto académico en la UPSA sobre la encíclica Lumen fidei

Analizan las figuras de Ángel Herrera, Pilar Bellosillo, Abundio García y Guillermo Rovirosa

acto académico en la UPSA sobre la encíclica Lumen fidei

De izq. a dcha., Gonzalo Tejerina, Jacinto Núñez y Juan Pablo García Maestro

J. FANDIÑO | El pasado 16 de octubre, la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) presentó de manera oficial la primera encíclica del papa Francisco, Lumen fidei, que comenzó a escribir el papa emérito Benedicto XVI.

En el acto académico, presidido por el decano de la Facultad de Teología, Jacinto Núñez Regodón, participaron los profesores de la UPSA Gonzalo Tejerina Arias y Juan Pablo García Maestro, docentes de Teología Fundamental y de Teología Pastoral, respectivamente.

Tal y como explica en una nota el vicedecano de la Facultad de Teología, Francisco García, en las intervenciones se puso de manifiesto “el caso singular de esta encíclica, escrita casi por entero por un pontífice, Benedicto XVI, cuyo pensamiento y estilo es evidente en el documento, y publicada por otro, Francisco, que ha dado autoridad apostólica al escrito”.

“De esta manera, merced a la humildad y magnanimidad del Papa actual, Ratzinger ha podido completar su trilogía sobre las virtudes teologales que debía a la Iglesia y a su propio magisterio”, añade.

En el análisis que se hizo de la encíclica durante el acto, se destacó el propósito de hacer que brille la luz de la fe cristiana en un mundo que necesita ser iluminado, lo que exige del pensamiento y la praxis de los creyentes mostrar que, en efecto, Jesucristo es la luz del mundo, y que la fe en él es el modo de acoger esa luz que orienta el camino del hombre.

“¿Qué, si no la fe, nos permite acceder a un Dios garante de nuestra libertad, vigía de nuestros encubrimientos y desafueros? La nueva encíclica sobre la fe, a los cincuenta años del Concilio que situó en su centro la fe en Jesucristo, ilumina de nuevo el camino de la Iglesia entre los hombres con la luz del Salvador”, señala Francisco García.

En el nº 2.869 de Vida Nueva.

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