Obispos europeos: “¡Esta no es la Europa que queremos!”

Llamamiento de la COMECE a los políticos tras la tragedia de Lampedusa

cardenal Reinhard Marx

El presidente de la COMECE, cardenal Marx

J. L. CELADA | El cardenal Reinhard Marx, presidente de la Comisión de Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE), se acaba de reunir con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, para trasladarle su profunda preocupación por la situación de los refugiados y solicitantes de asilo en el continente, sobre todo tras la tragedia del pasado día 3 frente a la isla de Lampedusa, donde más de 300 personas perdieron la vida en su intento de llegar a las costas italianas.

“La Unión Europea (UE) –recordó el purpurado alemán– no es un organismo internacional abstracto. Es una unión de pueblos, de mujeres y hombres que creen en un conjunto de principios, entre los cuales el más vital es la dignidad humana”. En su opinión, el naufragio de Lampedusa “ha tocado el corazón de los europeos”, por lo que “es responsabilidad de todos los ciudadanos europeos llamar a una acción política fuerte y coordinada para que una tragedia así no se repita nunca más”.

El también arzobispo de Munich lamentó que, “desde hace años, hemos seguido una política que ha tratado de impedir a las personas en dificultad que alcanzasen las costas de Europa”. “¡Esta no es la Europa que queremos”, clamó Marx, para quien “el derecho de asilo es un derecho fundamental que hay que respetar. Refugiados y solicitantes de asilo tienen derecho a ser tratados con humanidad”.

Para el presidente de la COMECE, la situación actual se ha visto agravada por “una falta evidente de solidaridad”, por lo que urgió a los ministros de la UE a alcanzar “un acuerdo sobre una cuota de reinstalación significativa para cada Estado miembro”. Asimismo, instó a la propia UE y a la comunidad internacional a “lanzar un llamamiento al respeto de la dignidad humana en los países de origen y de tránsito de los migrantes y solicitantes de asilo”.

A juicio del cardenal, las soluciones de futuro pasan por “evitar más eficazmente las crisis fuera de Europa, que están en el origen de estas migraciones”. “Debemos ayudar a los países en vías de desarrollo”, insistió Marx. Lo cual se traduce en “abogar por unos Objetivos de Desarrollo del Milenio más ambiciosos en la lucha contra la pobreza”. “La respuesta última al reto que plantean hoy a Europa los refugiados y solicitantes de asilo –concluyó– es, sobre todo, un mundo más justo”.

En el nº 2.867 de Vida Nueva

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