Pedro Cano: “Con el arte, notas que hay algo que está por encima de ti”

Pintor, miembro de la Academia Pontificia de Bellas Artes

Pedro Cano, pintor, miembro de la Academia Pontificia de Bellas Artes

Texto y fotos: DARÍO MENOR | Al pintor murciano Pedro Cano se le acumulan las distinciones: en julio fue nombrado miembro de la Academia Pontificia de Bellas Artes y, a finales de septiembre, un autorretrato suyo fue exhibido en la Galería de los Uffizi de Florencia junto a los de los grandes genios, como Velázquez o Rubens. Hombre comprometido y artista libre de prestigio internacional, Cano lamenta el distanciamiento entre la Iglesia y el arte en los últimos cien años.

PREGUNTA.- Participó usted en la exposición que organizó el Vaticano en 2011 con 60 artistas con motivo de los 60 años de la ordenación sacerdotal de Benedicto XVI, tiene un cuadro expuesto en los Museos Vaticanos desde 1986 y ahora le nombran académico pontificio. ¿Le da miedo a que le encasillen por estas distinciones?

R.- No, porque nunca he hecho pintura religiosa. Una vez pinté un cuadro sobre el hijo pródigo. Ravasi tiene razón cuando dice que quiere atraer el arte a la Iglesia, porque en los últimos cien años, exceptuando cosas muy puntuales como Le Corbusier o Matisse, no ha habido nada. Voy a ciertas iglesias y me pregunto cómo tienen el valor de tener colgados algunos cuadros.

P.- ¿Debería la Iglesia volver a ser mecenas del arte?

R.- Sería importante, pero complicado. El siglo pasado, que ha sido maravilloso por la revolución de las imágenes, ha dado también un margen de permisividad muy grande. Muchos artistas no tienen la suficiente autoridad para transmitir cosas. En la pintura, ¿quién puede hoy decirse que tenga la capacidad de hacer un ciclo como la Vera Croce de Piero della Francesca? Es un lenguaje que se está perdiendo. En la arquitectura la cosa está casi igual. La mayor parte de las iglesias nuevas ofrecen poco.

P.- Benedicto XVI hablaba a menudo de la ‘Via Pulchritudinis’, la capacidad del arte, de la belleza, de llevar al que contempla una creación a sentir la presencia de Dios. Consideraba el papa emérito que era una estupenda herramienta de evangelización. ¿Cómo puede remover por dentro al espectador que contempla ese cuadro?

R.- No solo puede ocurrir con un cuadro, también con el cine, por ejemplo. Hace poco vi la película de Ettore Scola sobre Federico Fellini… Me pareció una cosa sublime, en la que notas que hay algo que está por encima de ti. Es algo más fuerte que tú, una fuente que no se puede controlar. Por mucho que quieras repetirlo, no sabes. Eso sí, esto pasa si uno trabaja. Yo no creo en la inspiración.

Entrevista con Pedro Cano [íntegra solo suscriptores]

En el nº 2.865 de Vida Nueva

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