‘La gran familia española’: victoria por goleada

La gran familia española, película

La gran familia española, película

J. L. CELADA | Cuando Fernando Palacios concibió La gran familia (1962), aún faltaban ocho años para que llegara a este mundo Daniel Sánchez Arévalo, el artífice de La gran familia española recién estrenada. Más de medio siglo de vertiginosas transformaciones separa a aquella institución casi modélica y numerosa (abuelo y padrino incluidos) de la desestructurada fauna humana que reúne aquí el joven realizador madrileño, pero ambas comparten tantas y tan reconocibles pinceladas de costumbrismo, conflicto, ternura y humor que se erigen por derecho en dignos exponentes de una época.

Para completar el cuadro, el padre de AzulOscuroCasiNegro recurre a dos argumentos con tirón asegurado, las bodas y el fútbol; amén de un guiño cinéfilo a Siete novias para siete hermanos (1954), curioso prólogo de su nuevo trabajo y una declaración de intenciones (“la vida es una comedia musical”) que la propia historia no tardará en desmentir. Por mucho que el gran sueño del patriarca o ciertas coreografías de dudosa oportunidad se empeñen en demorar ese momento.

El pequeño del clan ha decidido casarse al cumplir los 18, justo el mismo día en que España disputará su primera final de un Mundial. Sin embargo, este contratiempo, llamado a alterar la celebración, acaba convertido en mera anécdota, apenas un jugoso reclamo para el tráiler de la película o, a lo sumo, el fondo sonoro de cuanto sucede durante esas horas en la finca familiar.

Porque ahí es donde emerge con fuerza el mejor Sánchez Arévalo, guionista lúcido y un punto irreverente, y magnífico director de actores (¡atención al excelente nivel interpretativo del reparto!, desde los habituales Antonio de la Torre y Quim Gutiérrez a Roberto Álamo, Miquel Fernández, Patrick Criado o Verónica Echegui).La gran familia española, película

Haciendo bueno el aforismo de que “lo normal en una familia es que no haya nadie normal”, la cinta saca a relucir las miserias de cinco hermanos y algunas de las mujeres de sus vidas, durante un trance que se antoja decisivo para unos y otras. Amores nunca superados, secretos que ven la luz, democracias que tiranizan… precipitan una catarsis colectiva a la altura de la prometedora trayectoria de un cineasta que vuelve a rescatar, con pulso ágil y mirada sensible, esa épica que encierra el patetismo de los perdedores. Personajes que, como nuestra Selección hasta no hace tanto, ponen mucho corazón pero poca cabeza sobre el terreno de juego de las relaciones.

Sánchez Arévalo sabe –bien lo recordaba Borges– que “la derrota tiene una dignidad que la victoria no conoce”. Aun con todo, La gran familia española sale a ganar desde el principio. Y lo logra por goleada. Hacerlo en la prórroga y por la mínima, queda para el deporte. Esto es cine de ataque… de risa, de llanto, de pura (y dura) vitalidad al desnudo.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: La gran familia española.

GUIÓN Y DIRECCIÓN: Daniel Sánchez Arévalo.

FOTOGRAFÍA: Juan Carlos Gómez.

MÚSICA: Josh Rouse.

PRODUCCIÓN: Fernando Bovaira, José Antonio Félez, Mercedes Gamero, Mikel Lejarza.

INTÉRPRETES: Antonio de la Torre, Quim Gutiérrez, Verónica Echegui, Roberto Álamo, Patrick Criado, Miquel Fernández, Héctor Colomé, Arantxa Martí, Sandra Martín, Sandy Gilberte.

En el nº 2.863 de Vida Nueva

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