De viaje con el Papa

Unos 70 periodistas volaron a Brasil en el avión de Francisco

papa Francisco en el vuelo papal de camino a la JMJ Río 2013

El Papa, durante el vuelo de camino a Río el lunes 22

DARÍO MENOR, enviado especial a Río y a bordo del avión papal | Tres certezas tiene el reportero que acompaña al Obispo de Roma en uno de sus viajes en el vuelo papal: va a trabajar mucho, a dormir poco y a vivir emociones intensas. Con estas tres ideas en mente, añadidas a la incertidumbre sobre lo que Francisco podía contar en su primer desplazamiento internacional, subieron al Airbus A330 de Alitalia los 71 informadores que volaron con él a Río de Janeiro para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Formaban una “comunidad volante de comunicadores”, como se refirió a ellos el director de la sala de prensa de la Santa Sede, el jesuita Federico Lombardi, al presentarlos al Pontífice.

Los dos aparecieron a las 10:30 de la mañana por la parte final del avión, donde se ubica a los reporteros, precedidos por los fornidos hombres de la Gendarmería Vaticana, que tan mal lo pasarían en los primeros momentos en Río de Janeiro por los errores de la seguridad brasileña y el deseo de Francisco de acercarse lo más posible a los fieles. El Papa pilló desprevenidos a los informadores, que a toda prisa tuvieron que retirar las bandejas con el desayuno a medio terminar.

Lombardi fue el primero que habló, destacando el “gran interés” que generaba el viaje a Brasil con motivo de la JMJ y la gran diversidad en las nacionalidades de los representantes de los medios. Luego tomó el micrófono Valentina Alazraki, de la televisión mexicana Televisa, “la persona que ha hecho más vuelos al extranjero con el Santo Padre”. “Rivaliza con Alberto Gasbarri”, comentó en broma Lombardi haciendo referencia al organizador de los viajes papales. “Viene de su continente, puede hablar en español, en su lengua. Y además es una mujer, es justo que les demos a ellas la voz”, añadió el portavoz.

Alazraki empezó recordando que debutó en los vuelos papales hace 34 años, cuando Juan Pablo II visitó México por primera vez. “Entonces era la benjamina y ahora soy la decana”. Luego le recordó al Papa que los periodistas no eran “santos de su devoción”, asegurando que tal vez había pensado que Lombardi lo había conducido “a la jaula de los leones”.

“La verdad, no somos tan feroces. Tenemos mucho gusto de poder ser sus compañeros de viaje, nos gustaría que nos viera así, como unos compañeros de viaje, para este y para muchos más. Naturalmente, somos periodistas y si mañana o cualquier día nos quiere contestar preguntas, no vamos a decir que no”, le dijo la corresponsal de Televisa. Para terminar de intentar ganárselo, le regaló una imagen de la Virgen de Guadalupe, “pero no como reina de México, sino como patrona de América”.

“No eran tan feroces”

Francisco recogió el guante y comenzó su intervención diciendo que los leones “no eran tan feroces”. También se disculpó por no dar entrevistas: “No sé, no puedo. Para mí es un poco cansado hacerlo. Pero agradezco esta compañía”, dijo con cara compungida, como pidiendo la comprensión del auditorio.

Tras explicar por qué viajaba a la JMJ y denunciar los efectos de la “cultura del descarte” entre los jóvenes y los ancianos, con lo que logró ensanchar los argumentos que se tratan en estos multitudinarios encuentros, Francisco saludó uno a uno a los 71 periodistas.

Este corresponsal, cuando le tocó el turno, le dijo al Papa que antes había hablado con la informadora más veterana y que ahora tenían frente a él al benjamín del grupo. “¿Cuántos años tienes?”, preguntó entonces Francisco. Luego le brindó un consejo de lectura para los miembros de su generación, de los que había hablado antes lamentando la marginación y la falta de oportunidades a los que se ven condenados: “Leed los libros del padre Fares, es un jesuita argentino”. La publicación de su recomendación hizo que aumentaran las donaciones en la casa de acogida para personas sin hogar que Fares dirige en Buenos Aires. Francisco se despidió de la “comunidad volante” diciendo que le había pasado “como al profeta Daniel”. “He visto que los leones no eran tan feroces”. Los periodistas, independientemente de su fe, terminaron el encuentro emocionados y convencidos de haber tenido la suerte de tratar y tocar a un personaje extraordinario.

Francisco cocina en Río la reforma de la Curia

El papa Francisco dedicó la tarde de su segundo día en Brasil, el 23 de junio, sin citas oficiales en su agenda, a una reunión privada con el cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa y coordinador del grupo de ocho purpurados creado por el Pontífice en abril para aconsejarle en la reforma de la Curia romana y ayudarle en el gobierno de la Iglesia universal.

Maradiaga, viejo amigo de Jorge Mario Bergoglio, le propuso la redacción de un instrumentum laboris (documento de trabajo) que contenga las propuestas que están recibiendo los miembros de esta comisión para renovar la comunidad cristiana. El texto sería fruto de la lluvia de ideas desde abajo hacia arriba que se está produciendo en muchos episcopados y debería estar preparado antes del mes de octubre, cuando los ocho cardenales se reunirán en Roma por primera vez con Francisco.

Muchas de las propuestas que ya están recogiendo los miembros de la comisión en sus áreas de influencia responden a las inquietudes que plantearon los purpurados durante las congregaciones generales, las reuniones previas al cónclave del pasado marzo. Uno de los organismos que primero se quiere reformar es el Instituto para las Obras de Religión (IOR), la banca vaticana, protagonista de continuos escándalos. Muchos desean su cierre y su sustitución por un instituto financiero similar a los bancos nacionales de cualquier Estado, pero que cumpla con los principios de la banca ética. “Sería mucho mejor así”, afirma Maradiaga.

Las ideas llegadas a la comisión proponen una mayor colegialidad dentro de la Curia romana y de los distintos episcopados, así como una comunicación más directa con el Pontífice, sin necesidad de pasar excesivos filtros. “Hay un gran deseo de que el Papa esté mejor informado, de que no se repita lo que sufrió Benedicto XVI con el ‘caso Vatileaks’. Entonces no le dieron toda la información que había”, comenta el arzobispo de Tegucigalpa.

La comisión que coordina estudiará cómo se hicieron las anteriores reformas de la Curia romana para preparar la que se avecina. Se pretende redimensionarla y evitar duplicidades, como la que se da con la evangelización. No termina de entenderse que haya dos organismos vaticanos dedicados a ella: un pontificio consejo, creado por Benedicto XVI para impulsar la nueva evangelización, y una congregación, la antigua Propaganda Fidei, dedicada a las tierras por evangelizar.

También se quiere reducir el poder de la Secretaría de Estado, de manera que quien sustituya al actual secretario, el cardenal Tarcisio Bertone, no tenga una responsabilidad similar a la de un primer ministro y a la de un ministro de Exteriores de forma simultánea. Podría crearse un cargo nuevo, el de coordinador de la Curia romana, que sería ocupado por un personaje de peso, pero sin competencia directa sobre ningún dicasterio. Según Maradiaga, hay “mucho entusiasmo” entre los obispos por el momento que se vive hoy, en el que se están poniendo los pilares de una profunda reforma de la Iglesia.

En el nº 2.859 de Vida Nueva

Número especial JMJ de Vida Nueva

ESPECIAL WEB: JMJ RÍO 2013

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