El Papa abraza a los que sufren en Río

papa Francisco visita hospital Río de Janeiro 2013

Francisco visita un centro de rehabilitación de adiciones y clama contra “la plaga del narcotráfico”

papa Francisco abraza a joven drogodependiente rehabilitado en el hospital Rio Janeiro

MIGUEL ÁNGEL MORENO | El Papa Francisco volvió a Río de Janeiro para tener su segundo acto en la ciudad fuera de las grandes avenidas, en un hospital situado en el barrio de Tijuca en el que religiosos franciscanos llevan a cabo un programa de recuperación de drogodependientes, y en el que el Papa inauguraba un nuevo espacio de tratamiento.

Allí, Francisco pidió “abrazar a quienes pasan dificultades”, como hiciera san Francisco de Asís, y como él mismo hizo con dos personas rehabilitadas que tomaron la palabra para contarle sus vivencias con las adicciones

El aguacero que caía en los exteriores no fue óbice para que internos, colaboradores y bastante público se reuniera en la entrada del Hospital São Francisco de Assis na Providência para escuchar a un Francisco que no perdía la sonrisa pese a una larga jornada, en la que hacía pocas horas que había regresado de la ceremonia en la Basílica de Aparecida, con una comida y encuentro posteriores.

Acoger a Cristo sufriente

Conducido por el arzobispo de Río de Janeiro, monseñor Orani Joao Tempesta, el Papa se puso delante de la realidad de la droga, un flagelo en Brasil y en toda Latinoamérica, que bien conocía de su labor pastoral en Buenos Aires.

El arzobispo carioca comenzó su intervención citando el Documento de Aparecida, adoptado por la V Conferencia General del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM) en mayo de 2007, precisamente en la Basílica en la que por la mañana estuvo Bergoglio. Según Tempesta, este documento desafía a la Iglesia a “vivir como iglesia samaritana”, algo que es “realidad cotidiana” en el Hospital de San Francisco, un lugar de “promoción de la dignidad de cada mujer y hombre”.

“La divina providencia ha querido que su primer compromiso de la JMJ aquí en Río haya sido bendecir un trabajo de acogida de jóvenes drogodependientes, que será un fruto de amor por los hermanos y hermanas que sufren”, ha destacado el arzobispo, que ha agradecido a los miembros del hospital que acogen “a Cristo sufriente en cada uno de los jóvenes”.

los dos jóvenes drogodependientes rehabilitados que han hablado ante el papa en su visita al hospital de Río Janeiro

Los dos jóvenes rehabilitados que han intervenido en el acto

A continuación, tomó la palabra el vicario episcopal de Caridad y miembro del departamento de Legado Social de la JMJ, Manuel de Oliveira Manangão, quien explicó al Papa las labores que realiza la red de lucha contra la drogodependencia desarrollada por los franciscanos, así como reconoció que al menos un tercio de la juventud brasileña es víctima de la droga.

Abrazo a dos drogodependientes rehabilitados

A continuación llegó uno de los momentos más significativos de la estancia de Francisco en el Hospital, en el que dos de las personas rehabilitadas en el centro le dirigieron la palabra en público para explicarle su caso.

El primero de ellos, abrumado por la situación, comenzó pidiendo “perdón” por su nerviosismo, y agradeció al Papa su presencia en nombre de todos aquellos que se habían sometido a tratamiento. “Por el sufrimiento que pasé en mi dependencia química, las humillaciones, otro Francisco de hoy se compadece de nosotros”, dijo, en referencia a San Francisco de Asís.

“Estoy muy feliz de pensar que de aquí en adelante va a ser más fácil para los hermanos que están en el mundo de las drogas. Porque la red ofrecerá prevención y tratamiento de la dependencia química. Aquí somos tratados con fe, solidaridad, y dignidad humana”, aseguró este hombre, que dijo haber vivido consumiendo drogas durante siete años y llevar ya once años rehabilitado y trabajando para la institución que lleva el Hospital. Al concluir su intervención, el Papa se dirigió a él para darle un abrazo.

Otro hombre rehabilitado también dirigió sus palabras al Papa Francisco, al que explicó una dura realidad, en la cual reconoció haber “perdido la dignidad y caído a un pozo” con el consumo de drogas.

“Me quise suicidar, pero Dios no lo quiso. Encontré el Evangelio, volví a ser amado y a amar a las personas”, dijo después, para terminar abrazándose con el Papa de forma afectuosa.

“Que tu último día sea como el primero: bendecido”

El religioso franciscano Francisco Belotti, director del Hospital y artífice de la iniciativa con los drogodependientes, fue el más efusivo y enérgico a la hora de dirigirse al papa Francisco, hasta el punto que comenzó confesándole la alegría que sintió cuando Bergoglio fue elevado a la silla de San Pedro.

papa Francisco visita hospital Río de Janeiro 2013

Intervención del arzobispo de Rio, Orani Tempesta

“Esta felicidad creció cuando fue llamado Francisco, cuando mostró su humildad, cuando inclinó la cabeza para que rezáramos por usted. El nombre de Francisco no es un nombre, es un proyecto de vida, una actitud que no es nueva sino una continuidad con lo que usted hace, es, y quiere seguir viviendo”, aseguró Belotti.

El religioso reclamó al Papa que la Iglesia debe “repetir el abrazo de san Francisco a los leprosos de hoy”, como son los drogodependientes, los enfermos crónicos y mentales, los que quedan enfermos por acción de la edad. “Abrazamos la misión de transformar este lugar en una escuela de santificación (…) Aplicando la medicina suprema del amor”, sentenció.

“Usted no ha venido a esta casa para inaugurar una casa de piedra, sino a ayudar a tantos corazones desesperados con una palabra, una acogida, un ánimo para tantos dependientes”, dijo Belotti, que deseó para el Papa que su último día fuera como el primero: bendecido por sus fieles.

El Papa recibió en este momento una imagen de San Francisco de Asís bendiciendo a un pobre y un ramo de flores, que le fue entregado por una pareja.

En cada hermano en dificultad, abrazamos la Cruz de Cristo

Francisco no pasó por alto en su discurso el legado de san Francisco de Asís, patrono de este Hospital, al que rápidamente hizo referencia, como alguien que “abandonó riquezas y comodidad para hacerse pobre entre los pobres” y que descubrió que “la verdadera riqueza y alegría” no está sino en servir a los demás.

“Quizás es medio conocido que el momento en que todo esto se hizo concreto en su vida fue cuando abrazó un leproso. Aquel marginado fue mediador de luz para san Francisco”, aseguró el Papa, que insistió varias veces en la necesidad de “abrazar a quienes lo necesitan”.

El Santo Padre no dudó en atacar al “egoísmo” y a los “mercaderes de la muerte” que mueven las redes del narcotráfico. “No es la liberalización del consumo de drogas, como se está discutiendo en varias partes de América Latina, lo que podrá reducir la propagación y la influencia de la dependencia química”, dijo el Papa, que apostó por “afrontar los problemas” que están “en la base de su uso”, a través de justicia, educación en valores, acompañamiento de los necesitados.

“Yo diría a cada uno de ustedes, tú eres el protagonista de tu subida, esta es la condición indispensable. Encontrarás la mano tendida de quien te quiere ayudar, pero nadie puede subir por ti”, afirmó el Papa dirigiéndose a las personas en rehabilitación en el Hospital, un lugar en el que, para Francisco, se hace concreta la Parábola del Buen Samaritano. “Aquí no hay indiferencia sino atención, no hay desinterés sino amor”, agregó.

Llamamiento a los jóvenes

Francisco, en una nueva interlocución fuera de lo previsto, se dirigió al final del acto a los jóvenes italianos y brasileños con ascendencia itálica que estaban reunidos en el estadio de Maracaná y seguían el acontecimiento en directo.

“Confíen en Cristo, escúchenlo, sigan sus huellas. Él no nos abandona en los momentos de la vida”, les dijo, para emplazarles al día siguiente, donde podrán “profundizar en esta verdad que hace buena la vida”, en la playa de Copacabana, donde el Papa tendrá una primera fiesta de acogida de los jóvenes llegados por la Jornada Mundial de la Juventud.

Pero antes Francisco tendrá algunos actos, como una eucaristía privada en la Residencia de Sumaré, donde está siendo alojado, la entrega de la llave de la Ciudad de Río de Janeiro y la bendición de la bandera olímpica de los Juegos de Río 2016, y visita a la comunidad Varginha en la favela de Marguinhos. [Agenda de Francisco en la JMJ Río 2013]

Minuto de silencio por el accidente de Galicia

Hacia las 20:40 hora española, un tren descarriló cerca de la localidad Santiago de Compostela, causando al menos unos 60 muertos y más de cien heridos. La noticia corrió como la pólvora en España, pero también llegó hasta Río, donde se empezaron a recibir las primeras cifras con preocupación.

Al finalizar el acto en el hospitral de San Francisco de Asís en la Providencia, se realizó la posterior rueda de prensa habitual, que el P. Lombardi, portavoz de la Santa Sede, quiso comenzar con un minuto de silencio por las víctimas mortales en el que es uno de los peores accidentes ferroviarios de la historia de España.

El portavoz confirmó que el Papa está “informado” del accidente y que se une “al dolor de las familias y las víctimas” y “participa de este evento triste para toda la Iglesia”.

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