Sudán del Sur, independiente y unido en la oración

Sudán del Sur en 2012 celebra el primer año de su indepencia

A los dos años de la declaración, el país sella un acuerdo con el Gobierno de Jartum

Sudán del Sur en 2012 celebra el primer año de su indepencia

Imagen de las celebraciones de 2012

J. L. CELADA | El 9 de julio, coincidiendo con el segundo aniversario de la independencia de Sudán del Sur, las diferentes confesiones celebraron un nuevo encuentro ecuménico e interreligioso. Culminaba así la semana de oración (1-7) organizada conjuntamente por cristianos y musulmanes, y que es la antesala de futuros encuentros y debates entre ambas comunidades sobre la guerra, la paz y el futuro en las diez regiones del país.

Por esas mismas fechas, y tras dos días de conversaciones, el vicepresidente de Sudán, Ali Osman Taha, y el de Sudán del Sur, Riek Machar, se comprometieron a alcanzar un acuerdo que garantice la seguridad en la frontera común. En el comunicado conjunto firmado al término de las reuniones, ambos mandatarios confirman que cualquier problema que pudiera surgir entre sus respectivos países los resolverán “sin mediadores” y que están dispuestos a afianzar sus mutuas “relaciones de confianza”.

Un propósito que pasa por no apoyar a los rebeldes en los territorios vecinos, principal argumento esgrimido por el Gobierno de Jartum, que acusa a su homónimo de Juba –la capital sureña– de respaldar a dichas facciones, poniendo en peligro el flujo de petróleo en la zona.

Hay que recordar que, hace apenas un mes, Sudán anunció su intención de detener la exportación de crudo procedente de Sudán del Sur a través de su territorio si Juba no retiraba el apoyo a los grupos rebeldes que operan en la región. Fuentes diplomáticas dudan, sin embargo, que Jartum proceda al cierre de los dos oleoductos transfronterizos, porque la economía nacional ya conoce lo que supone para sus intereses una paralización de la producción total de crudo, como la que decretó entre enero y marzo el Gobierno de Juba tras una escalada de la tensión entre ambas administraciones.

Mientras tanto, los principales líderes religiosos de Sudán del Sur prosiguen con su particular hoja de ruta de la “reconciliación nacional”. Un comité constituido el pasado mes de abril por decreto presidencial de Salva Kiir Mayardit, e integrado por destacados miembros de las Iglesias del país –entre ellos, el arzobispo anglicano Daniel Deng Bul (presidente) o el obispo católico emérito de Torit, Paride Taban (vicepresidente), uno de los más firmes defensores de la independencia–, ha publicado un calendario de eventos que contempla la organización de asambleas y debates sobre la guerra civil que finalizó en 2005, los conflictos por la tierra y los pastos que han continuado después de la independencia, y el fomento de la paz entre los más de 60 grupos étnicos que conviven en el país.

“El objetivo –señala el arzobispo Deng en un comunicado– es conformar una alianza independiente y abierta, una alianza que pueda hacer frente a las causas profundas de los conflictos en Sudán del Sur, construir puentes para superar las barreras políticas y sociales y reconciliar a todos los sursudaneses, especialmente a aquellos que sufrieron las heridas físicas y psicológicas más severas”.

En el nº 2.856 de Vida Nueva.

Compartir