Cáritas critica duramente las reformas del Gobierno

grupo de personas en un comedor de Cáritas

En una declaración aprobada tras su 70ª Asamblea General, afirma que han supuesto una pérdida de derechos

cola del paro grupo de personas delante de una oficina del INEM para buscar empleo

Cáritas critica duramente las reformas del Gobierno [extracto]

FRAN OTERO. Fotos: CÁRITAS | Cáritas sigue al pie del cañón, como ha quedado de manifiesto en su 70ª Asamblea General, celebrada del 28 al 30 de junio en El Escorial (Madrid). La crisis económica le ha dado un protagonismo que no hubiese querido, pero le ha tocado asumirlo por incomparecencia de las administraciones públicas. Pocos han hecho más por atender las necesidades básicas de las familias españolas con problemas económicos. Una atención que ha ido compaginando con la reflexión sobre las causas, consecuencias y rostros de la crisis económica y de la pobreza, más extensa hoy.

También ha habido denuncia profética. De hecho, sobre este último punto, de la citada Asamblea surgió una declaración que es, al tiempo, una enmienda a la totalidad a las políticas del Gobierno que preside Mariano Rajoy. Reformas que, según las Cáritas de toda España, “lejos de avanzar en la solución a la crisis, han supuesto una pérdida de derechos sociales inherentes a la dignidad de la persona”. El documento cita, en concreto, las políticas en materia de vivienda, sanidad o justicia.

Pero las críticas de Cáritas no se quedan ahí, pues considera que los cambios legislativos pendientes empeorarán la situación. Señala, por ejemplo, la reforma de la administración local o los cambios que afectan al Código Penal y al Código Procesal Penal. Sobre la primera, el texto señala que esa modificación “alejará de las personas servicios tan esenciales como la salud, la educación o los servicios sociales”. “De producirse, estaríamos asistiendo a una involución social y a la adopción de modelos de intervención basados en la emergencia y en el asistencialismo”, añade.

Para Cáritas, estas medidas “tienen un importante impacto en la garantía de los derechos, las políticas sociales y la lucha contra la pobreza y la exclusión”. Y así, denuncia que estas decisiones políticas, legislativas y económicas están generando “el sufrimiento de las personas afectadas, tal y como pone de manifiesto la realidad cotidiana de nuestra acción y los informes que hemos elaborado”. Preocupa especialmente, y así lo ponen de manifiesto, la falta de horizontes y perspectivas.

Asamblea General de Cáritas junio 2013

Momento de la Asamblea General de Cáritas

Del mismo modo, defiende que las personas empobrecidas “no son responsables de una crisis económica que las castiga con tanta intensidad”. “No queremos resignarnos a un modelo de vida caracterizado por la precariedad y un retroceso en el reconocimiento y disfrute de los derechos humanos. Tampoco aceptamos un proceso de fractura social legitimado por una desigualdad creciente”.

A pesar de todo, Cáritas quiere, además, trasladar un mensaje de esperanza y la renovación de su compromiso, trabajo y consenso social para “construir un modelo generador de oportunidades y garante del pleno acceso a los derechos de los más vulnerables, que sitúe a las personas empobrecidas en el centro de la toma de decisiones”.

Y es que Cáritas, tomando la expresión del papa Francisco, no se acostumbra a la violencia de la pobreza, de la injusticia y de la desigualdad. “No nos acostumbramos. Es más, llamamos a la responsabilidad personal y comunitaria para asumir un papel cada vez más activo y participativo en los procesos de transformación social, desde un estilo de vida basado en la austeridad y la sencillez evangélicas, como inspiración de una sociedad más acogedora, fraterna y accesible”.

Informe anual

Antes de acordar esta declaración, el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, presentó su informe anual, en el que dio cuenta de todo el trabajo realizado en el último año desde los Servicios Generales de Cáritas, a través de un triple enfoque analítico: “Provocación, evocación e invitación de lo que está significando la misión de Cáritas en un momento indudablemente crítico de la realidad social y los retos a los que la Confederación tiene que dar respuesta en el corto plazo”.

Mora destacó, entre otras cosas, el incremento sostenido de la financiación privada, la fuerza de la generosidad de “familias desfondadas”, el aumento de la denominada solidaridad informal y la potenciación del voluntariado. También advirtió sobre algunas amenazas, como la pérdida de sentido y misión en muchas organizaciones, la propagación de métodos de captación de recursos “agresivos y voraces”, la privatización de lo social, la instrumentalización de las migraciones o la pérdida de presencia de la solidaridad.

En cualquier caso, puso especial énfasis en la presencia de Cáritas con los últimos –se ha triplicado el número de personas atendidas durante la crisis–, así como el compromiso con los países del Sur a través del apoyo a las emergencias calladas y olvidadas. grupo de personas en un comedor de Cáritas

A modo de conclusión, el secretario general de Cáritas lanzó una invitación: “Necesitamos conciencia para hacernos cargo de la extensión y profundidad de la realidad en la que está inmersa nuestra acción, y compromiso para encargarnos de la transformación de esta realidad a través de la ternura del Rostro y la cordialidad de la justicia”.

El trabajo de toda la Asamblea se desarrolló en torno a la ponencia marco –Aptitudes para el discernimiento comunitario en el Espíritu– que pronunció el presidente de CONFER, Elías Royón. Entre otras cosas, propuso “una mirada excéntrica al mundo, una mirada que nos saque fuera de nosotros mismos y nos lleve a las periferias”. “Un talante contemplativo que se concreta en una mirada que es capaz de atravesar las apariencias y que huye de la superficialidad de las primeras impresiones y de los juicios precipitados”, concluyó.

Una mayor cobertura

La 70ª Asamblea dejó algunas buenas noticias, como la incorporación de tres nuevas Cáritas: la de Terrassa, la de Sant Feliu de Llobregat y la castrense, un hito que no se producía desde 1990, cuando, tras la segregación de la sede de Madrid en varias diócesis, Alcalá y Getafe se incorporaron a la confederación. De este modo, Cáritas Española pasa a integrar a 70 Cáritas diocesanas y dos entidades confederadas (CONFER y Volutarias Vicencianas).

En Terrassa, Salvador Oriols será su director, mientras que Francesc Caterineu ocupará el cargo de delegado episcopal. En Sant Feliu de Llobregat estos puestos los ocuparán Joan Torrents y Joaquim Rius respectivamente, mientras que en el Arzobispado Castrense lo harán Manuel Bretón y Francisco Bravo.

En el nº 2.855 de Vida Nueva.

 

LEA TAMBIÉN:

Compartir