Un párroco de Madrid organiza ‘La Catedral Motera’, un lugar de encuentro y diálogo para los amantes de las dos ruedas
Gonzalo Moreno: “La moto es un medio para anunciar el Evangelio” [extracto]
F. OTERO | Hace casi tres años, el 8 de septiembre de 2010, Gonzalo Moreno, llegaba en moto a Pelayos de la Presa (Diócesis de Getafe) para desarrollar su labor pastoral de sacerdote. Los primeros comentarios que escuchó fueron advertencias: “Ten cuidado con la moto, que mira lo que le pasó a don Marcial”. Y es que Marcial Llorente también llegó en moto a Pelayos de la Presa para ser su párroco en 1952, aunque fallecería años después en un accidente de moto. “Entrando en el pueblo para atender a los niños que iban a hacer la Primera Comunión, se le enganchó la sotana en la rueda, provocando su muerte”, cuenta Gonzalo.
Las coincidencias, el recuerdo de don Marcial y la gran afición a las motos que hay en la zona, animaron al actual párroco a organizar una concentración motera que, además de proponer la fe en el mundo de la moto, quiere ayudar a Cáritas en sus proyectos para personas sin hogar. De ahí que la iniciativa se llame ‘La Catedral Motera’ y su lema sea Una moto, un motivo.
“Podría ser el titular de un anuncio o el título de una concentración motera. Pero nos sonaría raro que la Iglesia organizara una concentración de motos. En este Año de la fe, una vez más, la realidad supera a la ficción y la moto se convierte en vehículo de la fe para alcanzar la caridad”, explica Gonzalo Moreno en una carta de presentación.
Tendrá lugar el próximo 29 de junio, un día importante para la Iglesia y para el mundo de las motos; es la festividad de los apóstoles Pedro y Pablo y se celebra el Gran Premio de Holanda en Assen, cuyo circuito se conoce como la catedral del motociclismo.
El evento comenzará con un acto religioso en el que se bendecirán las motos y se rezará por los fallecidos. Tras este, comenzará el espectáculo de la mano de uno de los mejores showman en moto de España, Narcís Roca; el GP de Holanda, que se podrá ver en pantalla gigante; exposición de motos clásicas; sorteos; juegos infantiles… Además, estará presente María Herrera, joven católica y primera mujer que ha ganado el Campeonato de España de Velocidad.
Una concentración que, según explica el propio Gonzalo a Vida Nueva, “pretende ser un lugar de comunión, un punto de diálogo con las cosas buenas del mundo, también entre creyentes y no creyentes”. “La moto es un medio para anunciar el Evangelio, para hacer presente a Dios, y, por ello, la Iglesia está presente, como en todos los ambientes, en las motos, para hacer una propuesta de Dios a través de la belleza”, añade.
Buena respuesta
El párroco de Pelayos de la Presa reconoce que la simpatía y el escepticismo dominan cuando los moteros se dan cuenta de que la concentración ha sido organizada por un cura. “Piensan que les vas a comer el coco, pero luego descubren que es una propuesta de motos atractiva. Les descuadra esto, como si no fuese normal que de la Iglesia saliesen cosas buenas. Las cosas buenas son de Dios”.
No le han faltado apoyos dentro de la Iglesia; desde el Departamento de Pastoral de la Carretera de la Conferencia Episcopal Española (CEE) hasta su obispo, Joaquín María López de Andújar. “La propuesta ha sido bien acogida; nadie ve que sea contraria a la Iglesia”, reconoce.
Y es que, según el sacerdote, la fe tiene mucho que ofrecer al mundo de la moto, igual que a otros aspectos de la vida: “Aprender a disfrutar las cosas con más hondura”.
La intención de Gonzalo Moreno es que esta iniciativa tenga continuidad a lo largo de los años. “Si no tengo ningún problema gordo, espero que haya una segunda edición, para que ‘La Catedral Motera’ pueda seguir siendo lugar de encuentro y punto de referencia para quien desee vivir las motos con un estilo diferente”, concluye.
En el nº 2.853 de Vida Nueva.
